“…No tengo más patria que tu cuerpo,
más bandera que el tono de tus ojos
más religión que el santo de tu nombre
ni más ideología que amarte “
-Ana Montojo-
Miro tus ojos y una tristeza antigua que no sé si es tuya o mía, se diluye como un azucarillo en el café. Y brota agua de una fuente seca, y brota vida de una piel muerta, y la música que me hacía llorar, se convierte en una danza desnuda ante esos ojos enigma pasión, verdad y fe. Y oigo mi voz pronunciar palabras de amor sin quebrarse y en mi boca solo hay besos y mis pies se sincronizan con tus pasos. Y me abres puertas y ventanas para contemplar juntos nuevos horizontes sin soledades impuestas, sin gritos de angustia o de rabia, sin juicios ni prejuicios, sin más meta que nuestros cuerpos amaneciendo para amarse.