Gracias a todos por vuestra mirada.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Gotas de rocío


Ha amanecido. Después de muchas lunas, el sol asoma en un horizonte lejano y teñido todavía de una bruma espesa y gris. Todavía hace frío. Es un frío parecido al del rocío. Unas gotas llenas de una noche tan eterna como la juventud. Unas gotas que auguran el fin y el comienzo, derritiéndose una a una. Un aire caliente desciende hasta mi guarida y acaricia mi piel con su brisa. El agua escarchada cede a su soplido y cada poro de mi piel se entrega a él rendida, agradecida. Mi cuerpo se estremece en la tibieza de un amanecer ya olvidado. La oscuridad se resiste, y el frío se clava como un puñal de acero. Y de repente, amanece. El negro se torna en una luz lechosa, temerosa, imprecisa. Los colores son tenues, casi imperceptibles a mi retina eclipsada. La noche y el día se echan un pulso sobre mi cuerpo aún dormido. Y la luz atraviesa por fin la manzana retenida en mi boca, y el aire entra en mis pulmones y me despierta de un sueño lleno de sombras que no atinan ya a esconderse, y se remueven inquietas, y lloran lágrimas de rocío hasta que despiertan. Por fin ha amanecido.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola:
Bueno, al fin te encontré.
Qué amanecer este tuyo. Y yo que pensaba que solamente era el sol que salía. Pero si me pongo recordar, algun amanecer así estoy seguro de haber visto y sentido. Pero la costumbre le pone a todo un telón pesado. Y tú hoy lo descorriste.
Un abrazo

carmen jiménez dijo...

¡Qué sorpresa tan agradable!
Pues sí. El sol sale todos los días, pero hoy yo he podido verlo. Por fin. Me alegro que me hayas encontrado porque andaba un poco perdida por este mundo cibernético que tanto se me resiste y para hacer cualquier cambio, tardo más que la mayoría de los mortales. Cada día descubro una función diferente, pero por pura casualidad y eso no termina de valerme del todo, pero aquí estoy de nuevo tratando de recomponer mis blogs. Ya sabes que te sigo.
Un saludo

Anónimo dijo...

"Si a vos te duele,
como a mí,
la lluvia en el jardín
y en una rosa.
Si te dan ganas de llorar
a fuerza de vibrar
por cualquier cosa..."

Me recuerdas esta canción de Sosa por su delicadeza y suavidad, y su profunda nostalgia.
Encuentro gran plasticidad en lo que escribes. Gracias por permitirme asomarme a tu mundo privado.

carmen jiménez dijo...

Lo bueno de vibrar por cualquier cosa, es que además de llorar, una es capaz de disfrutar con la misma fuerza. De reír, de amar, de soñar...