Un sabor pastoso asciende
Desde mi garganta hasta mi boca.
Los ojos hinchados por el llanto
Y por el sueño desvelado
De una noche sin fronteras.
El estómago revuelto de recuerdos
Mezclados con alcohol y con tabaco
Y otros ácidos amargos de postreros
Y hastiados arrepentimientos.
Nauseas que no llegan al vómito.
El sol incide descarado en las partes
Más oscuras de mi cuerpo
-Debí bajar del todo las persianas-
Y se empeña en iluminar todo
Cuanto la noche se empeñó en ocultar
Con el mismo ahínco que recelo.
Desdeñado el dolor de mis huesos
Y el olor de mis sábanas a sexo
De otro sexo, trato de renovar
Mis juramentos ante el espejo:
“Esta noche fue la última”.
Y una sonrisa parecida a la Gioconda,
Se burla de mi rostro, o tal vez
Sólo es que llora.
24 comentarios:
Bueno, bueno.
Que dura es esta prosa poética...hay que leer entre líneas...enhorabuena por tu blog....azpeitia
Mi niña...es genial esa Gioconda que llora.Hay imágenes genialeas en este texto.Ya hablaremos.Mil besos
¡Qué retorno!... Debería decir cuánta alegría me causa ver tu regreso. Pero estos versos son duros, duros; expresan muy bien esa desagradable y dolorosa sensación que todos alguna vez hemos experimentados.Sentirse como si se hubiese comido vidrio molido. Y después de todo mirarse en el espejo.¡Es muy fuerte!
Ya sabés cuánto extrañaba que aparecieras por aquí y la alegría de verte escribiendo y compartiendo lo creado con nosotros, pero después de esos versos cualquier cosa que pueda decirte me suena a tonta y superficial.
Mejor no digo nada, y te sonrío y te aplaudo.
aplausos
y me retiro,en silencio
mil besos*
Carmen, dos cosas a resaltar:
Creo que es lo mejor que te he leído y lo segundo sería una pregunta ¿la Gioconda, esta Gioconda, te ha durado hasta la mañana del 9?
¡Qué maravilla!
Ah! y una tercera; me alegro tanto de "tu vuelta".
Besazos.
José: Gracias, gracias. De corazón. Gracias por compartir tu mirada.
Beso.
Azpeitia: Me alegra que sigas encontrando líneas entre las que leer.
Un abrazo, y hasta pronto.
Marisa: Ya queda menos para que podamos hablarnos al oído.
Un beso.
Mi querida Flaca: Tu sensibilidad siempre me llega tan adentro que cualquier cosa que venga de ti no puede ser tonta ni superficial. Ese vidrio molido, he de decir que realmente resulta difícil de tragar, pero poco a poco va haciendo costra y deja de sangrar. Incluso llega el día en el que la Gioconda sonríe con cierta complicidad.
Un beso grande.
Rayuela: Gracias por esos aplausos silenciosos.
Besos mil.
Jesús: Dos cositas:
Siempre resulta amedrantador eso de que te digan que es lo mejor, porque una duda de lo que está por venir y más aún de lo que ya ha llegado. También resulta difícil la pregunta porque hay muchas madrugadas desveladas. Y una tercera: Gracias por todo.
Un abrazo.
¡Qué belleza!
El cierre es sublime.
(Es curioso, siempre he pensado que tras la sonrisa de la Gioconda se escondía un mar de lágrimas)
Un beso.
Carmen un precioso poema; duro, emotivo, profundo y desgarrador.
De este y otros muchos más poemas tuyos es para sentirte muy satisfecha y orgullosa. A mi, así me lo parece.
Elvira vuelve a tener problemas con su ordenador; se lo leeré. Ya le leí tu comentario en su blog.
Besos.
Noray: Me alegra que encuentres esa belleza tras la sonrisa de la Gioconda. Gracias por tu mirada.
Un beso.
Jorge: Gracias por tus palabras y gracias por compartir tu mirada conmigo. Saluda a Elvira de mi parte, y también a tu esposa.
Un beso.
Querida Carmen lejana y cercana: no conozco todo lo que has escrito, pero de lo que conozco, este es el más hermoso y terrible, el mejor. Desde ahora, La Gioconda será distinta para mi, en serio.
abrazos y besos a montones
Hola Carmen, gracias por añadirme a tus mundos, yo lo hago contigo y te leo más tranquilamente; veo tu blog interesante.
Me he inscrito al III encuentro de Madrid en septiembre, será la primera vez que asisto a algo parecido, allí te veo. Un saludo de éste que también aprende. Besos.
Campesina: Gracias por encontrar un tiempito en medio de ese mundo tuyo tan lejano y cercano, para leerme y para compartir tu mirada conmigo, y en esta ocasión con la Gioconda también.
Mil besos de corazón.
Juanjo: Bienvenido a este rincón. Seguro que no te arrepientes de venir al encuentro de septiembre. Hay mucho amigo poeta.
Un abrazo.
Sencillamente te lucís en estos Poemas que dicen de una Mujer que es todas las mujeres. Y en esta Gioconda que llora por todas nosotras...
Por cierto, no hay despedidas entre nosotras, sólo encuentros una y otra vez y motivos para la reflexiòn aquí y allá.
Hoy mi cansancio es grande y por eso la pausa. El trabajo en la vida real demanda y complica la investigación para las Mujeres con Historia que compartimos habitualmente.
Pero estamos...y seguimos adelante aunque tengamos que retroceder algunos pasos.
Te sigo Querida Carmen, como puedo y con los tiempos cortitos, pero estoy.
Y no pierdo oportunidad de abrazarte, con todo cariño!
Aplaudo tus letras Carmen, espero que tu Gioconda sonria ya y sea duradera.
Un besote, has visto la gran movida de Alcalá, oye que pasa con Nunci que no se apuntó.
Rocío
Susana: Claro que sí. La vida está hecha de encuentros. No te pierdo.
Besos.
Rocío: Gracias por ese aplauso. Nunci viene conmigo, contigo y con todos.
Nos vemos.
Besos a los dos.
(Uf, Carmen, tengo que respirar hondo primero)¡Qué contundente!¡Qué bien armado! Primero lo veo desde lo narrativo: in medias res, la encontramos a ella a través de sus sensaciones, el llanto, los síntomas físicos, el tabaco y el alcohol. Me hiciste sentir esos sabores biliares, las "naúseas que no llegan al vómito". Luego, el escenario, la penumbra. Luego el olor, y el signo, la causa de toda la tristeza.
Lo poético: "El sol incide descarado...", las imágenes se van desgranando con naturalidad. Sencillamente magistral tu prosa poética.
Un abrazo grande, feliz de tu regreso.
Es el momento en que nos negamos más de tres veces, al final no escapamos sí somos nosotros los porteadores de la carga.
Excelente.
Gracias por apuntarte al III Encuentro.
Alejandro amigo: Con comentarios como el tuyo, seguro que hasta a la Gioconda se le quitaban las ganas de llorar. Gracias por esta mirada tan profunda.
Un besazo.
Enrique: Una alegría verte de nuevo por aquí. Gracias por aportar esta mirada tuya tan genuina.
Y gracias también por esa otra aportación que hará posible el III Encuentro.
Un abrazo.
Jesús: Pero qué cumplidito él! Gracias a ti.
Vaya, Carmen, vuelvo por aquí y me encuentro con un poema duro, muy bueno, pero duro.
No me gusta que la Gioconda llore.
Habrá que hacerle cosquillas... :)
Y coincide con que ahora yo no paro de hablar de amor. Si te pasas por mi cuaderno lo verás.
Un abrazo, Carmen, y sonríe, ¿vale?
Querida Carmen:
Qué orgullosa estoy de ti y de haber servido de inspiración a ese hermoso poema. Gracias, preciosa, por tu exquisita sensibilidad y por tu sentido homenaje. Desde el primer momento, antes incluso de que tu lo creyeras, supe que tenías madera de poeta. Con la Gioconda llora has superado mis expectativas.
Feliz verano y, por favor, sigue escribiendo.
Besos
Antonio: Qué bueno ha sido reencontrarte tan lleno de amor. No hay mejor cosquilla que ver a tus amigos enamorados.
Un beso.
Elvira: Me hubiera gustado hacer una dedicatoria también en este espacio mío, pero me pareció demasiado pretencioso por mi parte. Ya sabes lo importante que es para mi tu mirada. Me emociona que te hayan llegado mis versos. Espero sinceramente que de los libros se desprendan las musas y me acompañen en este verano.
También yo te deseo un feliz descanso.
Un beso
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