Un diluvio recorre el subsuelo
anegando las tierras de cultivo
que antaño dieran frutos:
manzanos llenos de manzanas verdes
naranjos llenos de naranjas
limoneros llenos de limones…
El agua se abre paso formando
pasadizos invisibles que van pudriendo
las raíces moldeándolas a su antojo,
macerándolas hasta convertir el tronco
de un olmo de cien años
en algo parecido al tallo marchito
de los girasoles.
No cesa el diluvio ni cesan sus siniestros.
El agua se extiende como una plaga de langostas
arrasando los arrozales a su paso.
Allá arriba el cielo debe estar tan negro
como este profundo laberinto
de tierras que se abren y se tragan
el sustento necesario para que la vida
florezca de nuevo en su reino.
15 comentarios:
Qué bella palabra "anegada".
De a poco se construyen los versos desesperados, con la fuerza de la reafirmación de lo evidente a partir del símbolo... y esa sensación de ahogarse en un barro inevitable...
qué suerte que tenemos la poesía de aliada!
Admirable poema amiga. Un b eso muy grande.
Y es que la lluvia, tan arrasadora, es siempre tan necesaria. Me encanta el primer verso, nos prepara perfectamente para el resto del gran poema.
Besos.
No muere aquello que no se riega?,
no llueven las críticas sobre los diferentes?,
no llueven las balas en los campos de combate?,
no llueven los palos sobre los indefensos?.
Llueven tus palabras como el rocío,
llueven lisonjas sobre tu poética prosa,
llueven caricias en busca de una piel,
y llueve donde tiene que llover.
A expensas del clima que creemos,
ni Pablo Guerrero, ni Juan Luis Guerra,
ni a cántaros, ni café en el campo,
yo te elijo uno con sol y unas nubes de fondo,
para armarte de colores este arcoíris,
entre el centro y el sur,
aunque apenas soy una gota de lluvia.
El sur se ahoga.
Isla de barro
donde aflora el limonero,
reflejo blanco
que parte mis ojos castigados,
sosiego...
Un besito.
Visual. Nos llevás (Maestra!) como el agua, vertiginosamente, sin tregua ni pausa por la tierra anegada.
Aquello que da vida, a veces, puede quitarla sin compasión.
Besos mi Querida Escritora!
Felipe: Tan bella como la tristeza...
Enrique: ¡Qué suerte que haya poetas que la compartan y la comprendan!
Gracias.
Un beso para ti también.
Juanma: Y es que nunca llueve a gusto de todos.
Un beso compañero.
Galeón: No desestimes el poder de una gota de agua. ¿Se podrá ver el arco iris a través de ella?
Gracias por tu poesía.
Un beso desde este centro que parece no moverse nunca de sitio.
Un beso
Jesús: "Sosiego" Esa palabra sí que es bonita.
Gracias por tus versos.
Un beso.
Susana: Es que la lluvia no sabe de compasiones. Sólo llueve y llueve...
Un beso todavía de verano.
Me gusta la lluvia, y los poemas dedicados a ella, pero algo tan hermoso puede llegar a ser feroz.
Un beso, Carmen.
Me gustan los versos que hablan de agua, esa sensación de olor a tierra,o cuando vas debajo del paraguas escuchando la lluvia y que me dices, de estar debajo de una manta mientras fuera diluvia. Precioso. Un beso
Y es que el agua no entiende de fronteras, ni de surcos, ni de cauces... Si decide desbordarse lo hace y no distingue las zarzas de las rosas.
Un beso enorme
la tierra se traga a sí misma con tragos de agua...qué tristeza...
mil besos*
Caminante, ya hay camino...Besos.
Irene: Es un gusto volverte a ver aunque sea virtualmente.
Lo bueno es que el agua siempre será un bien en esencia.
Besos.
Nunci: Ese agua que describes también existe, lo juro, pero...
Nos vemos.
Un beso.
Marisa: Conviertes en poesía hasta las espinas más espinosas. Es un placer tenerte cerca cuando el agua se desborda.
Un beso.
Nos vemos.
Rayuela: Qué acertada tristeza esta tuya. Hay tragos de agua tan amargos...
Besos mil*
Miguel A.: Supongo que el camino lo hacemos nosotros y sin embargo...Hay caminos llenos de lodazal por donde avanzar se hace casi imposible.
Nos vemos pronto. Todavía quedan caminos limpios de barro.
Un beso.
Hola Carmen, pues que bueno es conocerte, desde ahora me daré vueltas muy seguido en frente de tu mirada íntima para afrontar la tierra anegada y todo lo que venga.
Ah, créeme que Rocco, en ese cielo negro, también tiene potestad.
El día de mi cumpleaños la tierra estaba anegada, pero tú pusiste los pies en ella y volvieron a nacer las flores.
Un beso
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