No puedo fechar cuándo nació este vacío tan lleno de nada que me inunda. No sé cuál es su peso ni su medida. Tiene la propiedad de crecer y de menguar como la luna, pero sin regirse por ella como se rigen las mareas. Vuelve la piel cetrina y suele vestir ojeras. Se siente igual de cómodo en el campo que en la ciudad, en una reunión de negocios que de amigos. Es tan falso que se ríe con tu risa y es capaz de hablar durante horas sin que le tiemblen las rodillas –si las tuviera-. Ensombrece todo lo que mira. Retumba como el eco. Amplifica las desgracias. Es un mal perverso. Muta, se esconde bajo la piel, bajo las uñas, dentro de las vísceras. Hay vacíos en los que no cabe nada, y otros que no se llenan nunca. Tiene su propio mapa genético. Parece que las mujeres lo padecen en mayor medida. Nadie está a salvo. Las ramas de su árbol genealógico se remontan al principio de los tiempos. Se sabe que se adueña de todo cuanto está a su alcance a modo de agujero negro. Va llenando todos los huecos que con tanto mimo y ahínco fuimos preñando de amor, de hijos, de buenos ratos, de esfuerzo, de trabajo diario, de merecido descanso, de amigos, de ilusiones, de esperanzas, de sueños…Se apropia también de las cosas más insignificantes y tiene la facultad de convertir un ramo de flores en un ramo de desengaños, una playa paradisiaca en una isla solitaria, un vaso de agua en alcohol de garrafa, una simple tormenta estival en un virulento tornado, el amanecer más cálido en el amanecer más frío, una media luna en una luna rota, un amante en una sombra, una caricia en un insulto, un viaje de placer en un viaje a las tinieblas. Su poder parece ilimitado. No es fácil esquivarlo. Es como una espiral que te chupa, te absorve, te succiona… Se hace el dormido y te despierta con su sudor gélido. Te agarra de las manos, te las ata con nudo marinero y te arrastra hasta hacerte olvidar que existes más allá de su oquedad profunda.
Epílogo
Dicen que nació cuando nació el ser humano. Aún así yo sigo empeñada en plantarle cara y taponar cada agujero que haga en mi carne, con un beso inesperado, con un abrazo, haciendo un bizcocho, amando, leyendo vuestros poemas, aprendiendo en vuestros boliches… como si de un exorcismo se tratara: “Vade Retro Satanás”, y alterar si es necesario la herencia biológica que Adán y Eva parecen habernos legado.
36 comentarios:
El vacío está lleno. Lleno de miedo, de vértigo, de desesperación.
Harto ya de estar harto.
Hasta me da un poco de pena.
Bueno, yo quisiera consolarte y decirte que no es así, que es cosa del momento, que ya va a pasar. Pero mientras te escribo miro con el rabillo del ojo y ahí está el muy hijo de puta, esperando que yo saque los ojos de esta pantalla para tragarme otra vez. No, no creas, no es una cosa más que nada de mujeres. Todo lo que hacemos en nuestra pobre vida es solamente para distraernos y no verlo.
De todas formas, describes tu vacío de una forma muy llena. Un vacío así expresado es un poco menos vacío.
Carmen, no sé si servirá de algo lo que voy a decir, seguro que no, pero aun así lo digo:
Conozco bien ese vacío que parece que te persigue y todo cuanto toca lo convierte en nada, pero con los años aprendí que aunque el vacío destruya, al mismo tiempo está creando un espacio para llenar, un camino nuevo, otra ventana diferente...
No sé si me explico. El vacío no es el demonio que quiere hundirnos en la miseria, es la misma vida, que tiene sus formas de movernos. ¿Me entiendes?
Escucha a ese vacío, pero no como la voz del enemigo, sino como alguien que intenta hablarte al oído.
Un abrazo, amiga.
Ese vacío en sus muchas formas, en nombres coloquiales o científicos, esa sombra de muerte siempre presente, de tanto llamar a nuestra puerta termino siendo uno más de la casa, con quien se aprende a coexistir o al menos se lo intenta.
Un abrazo, por cierto tu verso me recordó muchísimo "la muerte que alguien espera" de Vicente Huidobro.
¡Ahi queda eso! y lo digo (literariamente) porque es un apunte de maestría.
Si pensamos en que tú, Carmen, asi te sientes, yo te diría que no solo es vacío y hay que seguir contándote. Sobre estas palabras hay sensibilidades, pesares, rebeldías con/sin causa...
Una mano de la partida y cartas sobre la mesa, es momento de apuntar su resultado. Pierdes, ganas... tablas no hay en este lance, eso es para juegos de estrategia.
Besazos.
Ah Carmen! ese vacío. No es solo cosa de mujeres. Herencias impregnadas, el dolor de la perdida de las ilusiones, de los sueños, de la infancia. La perdida de nosotros mismos.
Se llena con amor, ¿con amor propio? tal vez...
Te mando besos grandes!
Muy lindo tu escrito.
Pues sonrisas, y abrazos mil para llenar ese vacío... aunque me temo que es un poco más hondo y sólo tu puedes llenarlo.
Un beso.
Se de ese Vacío. Lo reconocí inmediatamente apenas comencé a leerte.
Miraste el Vacío fijamente, en detalle. Te plantaste, decidida a conocer al enemigo, acaso la mejor y única manera de combatirlo es saber quién es y de qué está hecho.
Le das batalla, le damos batalla. Sabemos que no puede, ni debe ganarnos. La lucha es diaria, sin cuartel y a oscuras.
Esta radiografía tuya, tan nítida Querida Amiga es en sí misma, todo un gesto de valentía.
Muy, pero Muy Buen Trabajo!
Besazo Escritora!
vaya adivinianza tan triste.
Yo también supe sentir ese "vacío".
Pero en cuanto sentí su presencia, lo abordé mirándole a la cara y desafiante.
Le hice la guerra (siempre mirándolo), pero con AMOR.
Sí, porque el vacío no sólo se siente, se puede ver y darle pelea.
Mi arma para enfrentarlo fue llenarlo hasta lo más profundo, con mucho amor a la vida.
Tu escrito o descripción maravillosa del "vacío", es espectacular y escalofriante.
Así de espectacular, debe ser tu desafío.
Te mando mucho amor, para que empieces a llenarlo.
Pues sí carmen, vacío, que intentamos llenar pero lo traga todo.Aún así seguimos intentando llenarlo, aunque sea de vanas esperanzas y recuerdos hermosos.Un beso, reina.
¿Por qué será que el miedo enfanga todo? Incluso el vacío.
Un beso Andrea.
Santi: Pues si tú no puedes consolarme, ya puedo irme dando por...sentenciada. Intentaré no mirar mucho por el rabillo del ojo. Y es que es hijo de puta, aprovecha todas.
Un abrazo fuerte.
Antonio: No esté tan seguro. Conozco tu cuaderno nocturno. Me quedo con ese espacio para llenar.
Gracias por tu mirada.
Un abrazo.
Luis: Me fui directa a leer "esa muerte que alguien espera" de Vicente Huidrobo. No lo conocía. Me encantó. Gracias por dármelo a conocer, y gracias por tus palabras de coexistencia.
Jesús: Creo que tendré que abrir un blog sólo de apuntes. No recuerdo quién dijo que una partida de cartas no dependen de las cartas que te toquen sino de cómo las jueges.
Gracias por seguir contándome.
Un beso.
Enrique: Quizá todo empieza en el amor, aunque debería empezar en el amor propio.
Gracias por llegarte hasta aquí con tu cámara en mano.
Besos.
Gaia: Creo que intentaré engañar a ese vacío con el tango. Mientras leía los pasos que ibas dando, me llené de su música, de su ritmo, de sus miradas...
Un placer tu visita.
Susana: Pues ahí seguiremos la batalla. Día a día. Ya no le tengo miedo. Es un ladrón de guante blanco sin duda, pero después de tanto robarme, conozco su estrategia. Al menos no me pilla de nuevas.
Es un placer contar con tu fuerza.
Un besazo.
Felipe: Tan triste...Sí. Pero una vez lo conoces bien, una fuerza interior hace que la furia le plante cara a la tristeza. Como dice Andrea: "Harta de estar harta..."
Bea: Gracias por tus palabras tan cálidas. Acepto tu mano y espero que mi desafío vaya ganándole terreno. El amor lo puede todo, decía mi madre. Espero que nunca se apropie de eso.
Un beso grande.
Marisa: Al menos los recuerdos nos recuerdan que hemos vivido y que podemos seguir haciéndolo.
Pronto tendremos otro gran recuerdo para la colección y lo guarderé a buen recuado para que no pueda quitármelo.
Besos poeta.
Si el texto es bueno (que no lo es: es buenísimo) con el Epílogo lo cuadras del todo. Cercado el maldito vacío que, de algún modo, nos alimenta sin que podamos evitarlo. No sé si vencido además de cercado, pero seguro que algún miedo ha pasado y pasa tras leerte.
Ay, esos amantes convertidos en sombras...
Besos.
Un vacío que llenas maravillosamente de palabras.
Bss
Mónica
Juanma: Si no vencido, herido. No hay tablas como dice Jesús, en esta batalla, pero supongo que son batallas que se van ganando, otras perdiendo, y parece que la guerra sólo verá el fin cuando llegue la muerte. Para entonces espero que me encuentre bien pletórica.
Os mando un abrazo a los cuatro.
Por cierto, gracias por tu calificación. Será que lo mío son los apuntes, o los pespuntes...
Mónica: Es un placer encontrarte entre mis palabras. Tu presencia las llena un poco más.
Gracias.
Un beso.
El vacío te arranca los ojos y los hace dos puntos ciegos de su ser; nerviosos y aislados en el polo anterior donde no hay luz alguna. El vacío te entrega una noche eterna para que tragues tinieblas que laceran la garganta hasta que eructes sinrazones. El vacío se adueña de tu espejo; te quita primores y te da esperpentos, te da la soga y te quita el aliento. Pero si estrellas la oquedad de la luna en que te miras antes de permitirte colgar tu peso de la viga, entonces el hueco se llena de prisma que reflejan interiores y, entre las sombras del destello calidoscópico, los ojos reencarnan en tu rostro recobrando de a poco su sentido.
Solo está vacío el que se llena de si mismo, no es el caso. No pueden salir palabras de la nada, y las tuyas lo hacen a borbotones, se apelotonan en tu mente y mientras se pelean tus neuronas por llegar primero, tu mano las ordena para transcribirnoslas, de esa forma tan peculiar, intensa, directa y a veces tan cruel, todas ellas cualidades de saber hablar desde el interior. Escribes con la viva canallesca de saber reflejar el instante que te acontece y nos atas a él durante unos minutos, los que compartimos para leerte y para dejarte constancia de que estamos aquí, imantados y erectos ante esta ventanita a la ahora pido que te irradie este montón de besos con sabor a sal.
alteremos ese ADN de mandato y logremos el
el vacío como llenura.
besos*
Dos veces dejé comentario aquí hace días y dos veces se borró. Eran mucho más profundos y elaborados que esto que estoy diciendo ahora. Este texto tuyo está al más alto nivel de la literatura universal; jamás había podido poner en palabras ese sentimiento tan femenino y tan nuestro. Un abrazo.
Dicen que es especialmente artero con la luna, y más cruel con la Media Luna, porque reconoce en ella a su enemiga. A veces, ella cree ser inundada por su sombra, pero está tan cubierta de besos y abrazos y palabras, tan plena en su medilunio, que el vacío termina por huir hacia su único lugar posible, el olvido.
más besitos y abrazos de refuerzo, querida Carmen
Leer esto que has escrito después de conocerte amplifica los deseos de estar cerca... los vacíos, como creo que dijo alguien por ahí, vienen muy bien para llenarlos... de besos, abrazos y complicidades.
Esta fórmula no falla jamás, al menos a mi nunca me ha fallado.
Mi propuesta es que seamos cómplices... yo también necesito siempre alguien con quien asociarme cuando siento que viajo en el vacío.
Beso
MArcelo
Cherry: Siempre digo que lo mejor de las entradas está por venir. Tu comentario es un buen ejemplo de ello. Creo que bien serviría de epílogo. Provaré a mirar ese caleidoscopio. Siempre me gustaron.
Un beso y mi deseo de seguir adentrándome en tus blogs.
Mi Galeón: Gracias por seguir confiando en mi. Gracias por dejar constancia de esos minutos que son un instante y que a mi se me antojan a veces una vida entera, y sé que no lo es. Y gracias por esos besos de sal.
Recibidos y otro montón para ti.
Rayuela querida: Nunca un mandato sonó tan dulce. A la orden. Me quedo con la llenura de tus palabras.
Besos mil*
Flaca: ¡Cuantas veces me pasó lo mismito que a ti! Seguro que me hubiera encantado leer tus dos comentarios anteriores, pero igual, me alegra saber que este vacío está lleno de mujeres. Y de hombres. Me alegra también saber que al menos he sido capaz de expresar de manera comprensible lo que tan incomprensible parece cuando se sufre.
Un beso amiga.
Campesina: Verdaderamente es un enemgio fiero, pero realmente la fuerza de los besos y los abrazos es mucho más feroz. Gracias por esos refuerzos.
Te mando todo mi cariño.
Un beso.
Marcelo: Creo que los Encuentros como los de ayer, tienen esa cualidad de desear celebrar más Encuentros. La rara cualidad de sumar vacíos y conseguir un resultado pleno. Este es un viaje largo donde no se pueden desdeñar los abrazos ni los cómplices.
Vaya un abrazo por delante.
Un placer haber puesto voz a tus versos.
No nos dejemos atar las manos por ningún vacío.
Un fuerte abrazo. Muy fuerte.
Enrique. Gracias. El sábado el vacío se llenó de poesía, de sonrisas, de música, de voz, de Historia, de amigos, de abrazos...Y de comida de la buena. El sábado, el vacío estuvo menos vacío.
Otro abrazo para ti.
NOTA: No olvides enviarme tu itinerario.
Carmen, encantado de conocerte. Escribes muy bien. Besos grandes.
Juanjo: El placer ha sido mutuo. Espero que nos veamos en el IV.
Un abrazo.
No se puede expresar más poéticamente esa terrible -y temible- sensación que nos invade cuando menos lo esperamos. Me horroriza el vacío y quien me lo trae...Muchos besos, Carmen
Exquisita prosa poética, Carmen, punzante y exacta descripción, muy plástica.
Un abrazo.
Los huecos de toda mujer están envasados al vacío para que nunca pierdan su sabor a leche y a manzana,
Un beso
Hay vacíos que son difíciles de llenar, esos que solo una persona en particular te puede llenar, esa que te hace temblar cada vez que te abraza, que ves la luna cada vez que te da un beso, esa que hace que seas capaz de esperar horas solo por una mirada. Somos mujeres, somo emoción y necesitamos llenarlos. Un abrazoooo
Querida Carmen, me encantan tus escritos porque me veo en muchos. También leo los comentarios de tus seguidores y también me enriquecen.
El vacío como la sombra, la soledad y tantas palabras que parecen que nos despojan de la vida, hay que asimilarlas. Yo padezco de ansiedad y un médico me dijo que lo primero que tenia que hacer es aprender a convivir con ella, vamos como si fuera una parte de mi. a mi me parecia imposible convivir con algo que me hacía tanto daño.
Pero lo he logrado, he logrado mirarlo desde fuera de mi y he aprendido a sufrirlo como un dolor de muelas.
Como te dice uno de tus seguidores llenarlo de amor a nosotros mismo es muy importante.
Solo añadirte que te aprecio, te quiero, amiga.
Rocío
Miguel Ángel: ¡Cómo se te echó de menos!
Me quedo con esa aportación tuya de "quien me lo trae". A veces el vacío se hace tan grande que lo abarca todo, incluso abarca al que lo trae.
Un beso.
Ana: Gracias por tu mirada. Me encantó cómo recitas. Darías vida incluso a ese vacío.
Un besazo.
Luis: ¡Qué delicia poder oler ese aroma de leche y manzana incluso sellado al vacío! Hay que tener buen olfato para ello.
Un placer haber podido disfrutar de tu poesía y tu voz.
Un abrazo.
Mi querida Nunci: Hay vacíos que es mejor llenar de una misma, y a ti te sobra amor para hacerlo.
Hay muchos sueños por soñar.
Un besazo y disfruta de tu maravillosa tierra.
Rocío: No hay mejor terapia que encontrarse con amigas como tú. Ayssss, qué pena estar tantito lejos.
Un besazo a los dos.
Creo que no eres la única que siente ese vacío. Habemos cientos. A mi me persigue día y noche, y cuando siento que se ha ido y puedo respirar tranquila, es cuando ataca con más fuerza.
Pero ¿sabes? Cuando ataca tengo un arma, la poesía y el amor.
Saludos
Al menos el vacío te brinda el espacio necesario para volver a recuperar la esperanza, en la sonrisa de un niño o en el aroma de unas mimosas...en la brisa de la mañana o en el silencio de tu calma.
Carmen, un vacío pleno de sensaciones, de sentimientos.
Tu pluma es también plena.
Un abrazo.
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