Mi cuerpo es un campo abonado
para sembrar tristezas.
Cada primavera se llena de simientes
que alguien deposita y olvida a su suerte.
Espera paciente la semilla en el seno su labranza,
el cultivo de unas manos, una espalda
que se encorve a labrar su tierra prometida.
Tan sólo llegan lluvias lloviendo piedra.
Ningún agricultor amante
que coseche lo que siembra.
Crece el fruto a la intemperie
sobre su tierra fértil de tristezas.
16 comentarios:
Que bien lo "dices", Carmen,... qué desangelante es está resultando este otoño. Quizás el sentir común aunque triste sea nos dé calor, para esto al menos también sirven los lenguajes, gracias a dios, o a algunos seres humanos.
Un beso
Mi querida Carmen:
¡Qué hermoso hallazgo poético, labrar la tierra prometida! Pero te siento muy tristona y me causa dolor por ti y por mí. ¡Deseaba tanto verte!
Tras unos días frenéticos, en los que apenas he parado, ayer me avisó mi hijo que viene a celebrar el tercer cumpleaños de la pequeñina. Imagínate;tenía la nevera vacía, más regalos para la nena y la fiesta.¿Podrás perdonarme? Un beso. Elvira
Pero siempre queda la esperanza de la Primavera.
la semilla ha de brotar, la luna vela la cosecha.
bello,bellísimo!
mil besos*
Los frutos que crecen a la intemperie tienen un no sé qué, que les da el lustre especial de un milagro.
Ahí están, para poner color en la mirada del caminante o del peregrino; y reflejarse en el cristalino de los seres libres.
Lo importante es que la tierra no deje de pintarse los labios, para cuando el buscador que la merezca, la encuentre.
Besos, amiga.
Se te olvidaron las semillas de alegría que el viento trae rebelde entre sus ráfagas y que crecen por sorpresa donde menos lo esperamos... Nada es eterno.
Un beso grande, Carmen.
Eres un campo abonado para florecer, con bella sementera, tu poesía, aunque caigan chuzos de punta, fértil poeta.
Brotarán de nuevo las marchitadas flores en el seno de la tierra, vendrá de nuevo el frio,
alejando la alegría,
propiciando la tristeza.
Los haces ya se inclinan
pero el viento no los quiebra,
y fortalecerá tu corazón
contra la nostalgia y la pereza
de vivir en el vacío,
sin sembrador ni cosecha.
Sé libre como la hoja
que acuna el caudal del rio,
a cuya suerte se entrega.
Eres la flor que renace con la lluvia o sin ella porque siempre estás en el jardín de la vida.
Eres la espiga que se viste al sol de amaneceres.
El verde jazmín de Egipto entre arenas que viajan sopladas por el viento.
Eso eres; tinta en la mente.
Y hablando de plantas, ya sabes que es genético esto de ponerle cantinelas a todo, ¿no?:
"En tu puerta plante un guindo,
en tu ventana, un cerezo,
por cada guinda un abrazo,
por cada cerezo un beso".
Y perdóname por el uso y el abuso.
Sofía: Gracias por formar parte de esos seres humanos con los que poder compartir otoños.
Un beso.
Elvira queridísima: No hay nada que perdonar. Mi mayor alegría es saber que has estado acomañada por tu hijo y por esa preciosidad de nietecita ¡tres añitos! Ummm ¡Qué delicia de edad!
Estoy segura que encontraremos nuestro momento y podré saborearlo como se saborea el buen vino. Gracias por tu aportación. Ya sabes lo importante que es para mi tu mirada.
Un abrazo muy cálido.
Andrea: Pues no sé. Dicen que quien espera, desespera. Tal vez sea cuestión de no esperar nada y abrir los brazos a lo que llegue.
Besos.
Rayuela: La luna, tu luna, mi luna...Espero que nunca nos abandone.
Mil besos*
Pepe: ¡Qué mirada tan limpia la tuya! ¿Será que yo ya no creo en los milagros? Aunque qué mayor milagro que la vida.
Un abrazo grande compñero.
Laura: Tú siempre equilibrando la balanza. Es un placer tenerte cerca.
Un beso amiga.
Jorge: Y tú siempre encontrando la flor en medio de la tormenta.
Un abrazo poeta.
Galeón: Si soy capaz de haberte inspirado semejante poesia, me doy por satisfecha. La vida es un ciclo de otoños que nunca logran prepararme para los duros inviernos de Madrid, y sin embargo pasa el invierno y llega la primavera y llega el verano, y llega el otoño de nuevo.
Pero lo nuestro siempre serán los veranos.
Un beso grande. Muy grande.
Jesús: ¡Qué bella imagen esa que me regalas de espigas vestida de amaneceres!
Tinta en la mente que a veces se emborrona.
Un abrazo maestro.
Galeón: Si es para regalarme abrazos y besos, estás más que perdona. Es más puedes seguir cantando:))
Besitos musicales.
Carmen, yo al igual que Galeón, creo que la ilusión volverá a brotar, sino a ver que vamos hacer tu y yo.
Deje un trocito de tu blog en lembranza. Un abrazo grande
carmen...lloro sobre tu tierra labrada y siembro mis palabras de afecto y admiración.porque sin ti nada sería igual y porque tu tristeza y mi tristeza y lo que te emociona me emociona.Porque te quiero mucho y desde la primera vez que me asomé a leer no he dejado de darle gracias a la vida...Pero eso ya lo sabes.
el texto es magnífico.
Abrazos enormes
Lo eres... salió como respuesta a tus palabras, creo que yo también voy a empezar a guardarlas.
Plantados quedan.
Nunci: Me has arrancado una sonrisa y eso no tiene precio. Gracias amiga.
Un besazo y un placer charlar siempre contigo.
Marisa: No deja de emocionarme que la vida nos haya unido. Y me emociona que no hayas dejado de sembrar tus palabras sobre esta tierra mía. Gracias. Gracias por labrar la siembra.
Un besazo enorme amiga mía.
Galeón: Sin duda es hora de recolectar todos los frutos que has ido sembrando. Yo que los he probado sé de sobra lo dulces que son.
Nos vemos, aunque nunca sepa cuándo.
Cuídate. Te debo un libro (no me olvido).
Publicar un comentario