Sin macerar...
¿Cuánta paz cabe en un puño cerrado? ¿Cuánta venganza?
¿Cuánto dolor en un lamento? ¿Cuánto gozo?
¿Cuánta tristeza en unos ojos desdentados? ¿Cuánta dicha?
¿Cuánto alquitrán en unos pulmones contaminados por la pena?
¿Cuánto miedo en esa espalda que se encorva? ¿Cuánto orgullo?
¿Cuánto de valiente en un pecho al descubierto –la piel al descubierto también?
¿Cuánta verdad en una boca? ¿Cuánta mentira?
¿Cuánta felicidad en una casa de muñecas?
¿Cuánto perdón en un corazón? ¿Cuánta inclemencia?
¿Cuántas lágrimas en un pozo vacío?
¿Cuántas caricias en una piel desierta?
¿Cuántas palabras en una despedida?
¿Cuánta espera entre una herida y otra?
¿Cuánto amor cabe en un beso?
¿Cuántos besos en los labios del destierro?
¿Cuántos destierros en una vida?
¿Cuánta ilusión al nacer el día?
¿Cuántas preguntas en un poema?
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8 comentarios:
Eso... ¿Cuánto cabe en respuesta a cada una de tus preguntas?
Al parecer, mucho. Lo malo es cuando es malo. Y no corren buenos tiempos, precisamente.
Un beso.
Hacer tantas preguntas,
responde a la vida...
cada día.
Un beso, carmen.
Esos "ojos desdentados" me parecen sencillamente admirables, querida Carmen.
Y esta entrada, como a servidor le gusta más preguntar que responder, me encantó.
Besos.
Dudas, luego existes.
Dudas, luego sientes.
Dudas, luego vives.
Un abrazo grandote.
No se ha inventado todavía el "corazómetro" y es que no se pueden calibrar las respuestas a todas esas preguntas que dependen de los sentimientos, siempre hay una razón escondida en cada gesto y la como decía Serrat, "uno siempre es lo que es y anda siempre con lo puesto, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio" y hay que aprender a vivir con ella, aunque el corazón no la entienda.
Querida Carmen: he estado fuera y, por tanto, algo desconectado este tiempo. Vuelvo y me encuentro esta letanía maravillosa que nos has dejado.
Podría añadirse, quitarse... pero ¿para qué?, si la esencia la has puesto en cada una de tus palabras.
felicidades por este poema. Un beso.
Querida Carmen, para qué hacer preguntas cuyas respuestas nos sabemos ¿verdad?... Bueno hay una excepción: que se transformen en un poema como éste.
Un abrazo corazón
Queridos todos, empezando por Pepe: El verano se acaba e inteto atrapar los últimos rayo de sol que luego el invierno es largo y frío. Y dicho esto:
Pepe: Lo primero no sabes qué alegría encontrarte de nuevo por aquí, aunque los dos sabemos que nos encontramos en la puerta del sol.
Un abrazo.
Jesús: Qué gran respuesta!
Otro abrazo para ti.
Juanma compañero de letras: Sabía que te gustarían esos ojos desdenntados...
Besos.
Laura: Me quedo con el último verso. Gracias.
Un abrazo de entretanto, de entremedias.
Galeón: Y a veces ocurre el milagro y el corazón y la cabeza se ponen de acuerdo. Me quedo con lo puesto y con tu canción.
Besos muchos.
Manuel: Pues qué buena tu vuelta. Gracias por tus palabras.
Otro beso para ti.
Rosa: qué lindo leeros casi a los dos juntos. ¿para qué hacerse preguntas? y sin embargo no podemos dejar de hacérnoslas.
Nos vemos pronto.
Besitos.
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