como las huellas dactilares o el iris de los ojos.
Que los problemas ajenos no fueran nuestros,
siempre de otros.
Que una casa resultara más beneficiosa
si la gente duerme a la intemperie
sin techo y sin paredes
aunque desluzcan el paisaje.
Que dar cobijo ya no fuera un valor
si no contabiliza en el IBEX 35
-requisito indispensable -
Que la comida se comprara
a las puertas del mercado
con nocturnidad y alevosía
para ocultar en lo posible
la cara oculta de la miseria.
Que el sudor de la frente
Ya no fuer suficiente
para ganarse el pan de cada día.
Ignoraba que el corazón pudiera ser de hojalata
y pudiera vivir fuera de los cuentos de Oz.
Que la muerte pudiera ser colateral
y la medicina un privilegio
sólo apta para enfermos con dinero.
Ignoraba que la educación
fuera la principal sospechosa
de atentar contra lo humano y lo divino.
Que los gritos de los pueblos
pudieran verse en cine mudo
como se mira una película de Charlot.
Que la justicia fuera de papel mojado
y que existieran paraísos fiscales
donde no existe el hambre, ni la sed.
Ni la decencia.
9 comentarios:
Excelente poema compañera. Sí, hay mucha ignorancia pero también hay muchas personas solidarias que vemos y nos indignamos por lo que sucede a nuestro alrededor. Gracias por plasmar en tu poema las injusticias del sistema en el que vivimos. Ya sabes que me gusta la poesía comprometida y has logrado captar y denunciar una triste realidad.
Un fuerte abrazo.
Silvia
Ahora que todos hemos aprendido a decir UR-DAN-GA-RIN, se nos pide poner cara de idiota y mirar hacia otro lado ante las injusticias que se hacen ley.
Denunciemos, denunciemos sin tregua.
Gracias por gritar la injusticia, Carmen.
Silvia: Las personas como tú son las que cambian el mundo. Las que no se callan, las que actúan, las que denuncian, las que no se rinden nunca. Es un placer haberte descubierto.
Otro abrazo grande para ti.
Ana: Gracias a ti por recoger mi indignación y no mirar hacia otro lado. Ya no hay tregua.
Tengo muchas ganas de darte un abrazo en vivo y en directo.
Espero, querida Carmen, que durante mucho tiempo sigas ignirando muchas más cosas.
Eso siemrpe será inequívoca señal de que tu corazón permanece puro y alerta.
Porque para todo loq ue ignoras, nadie tiene respuestas. O, lo que es lo mismo: solo existe una respuesta que, por prudencia, me reservo.
Te eché de menos el otro día. Un beso.
Bien... por esa vena altanera, que convierte el poema en un grito contra tantos inválidos e incapacitados, unos porque no valen y otros porque son (o han sido) incapaces, y lo que más me asusta es que es genético y por tanto, repetitivo. Parece que hemos de acostumbrarnos a vivir con esas almas llenas de inmundicia que rigen los mercados, las televisiones y las conciencias y que inexorablemene acompañan a la condición del ser humano.
Manuel: Yo también echo de menos a libertad, y como le decía a Ana, me echo de menos hasta a mi. ¡Imagina!
Por eso me hace aún más ilusión poder encontraros aquí.
"Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro!
Ojalá la prudencia cambie el rumbo de la respuesta.
Un abrazo
Galeón: Caballero andante, ¿de verdad te vas a acostumbrar a bajar tu mirada? La ciencia avanza que es una barbaridad y tal vez puedan extraer ese gen inhumano que alguien debió inocular con verdadera malicia.
Un abrazo grande.
No me dejes preguntas abiertas porque intentaré responderte.
Como creo que dijo un chino no muy recomendable no muy recomendable con nombre de gato, "vivir no es respirar sino obrar" y a mí me queda poco tiempo para desperdiciarlo intentando convencer a los hombres de que no deben plantarse rosales en medio de una marranera, lo que no quiere decir que baje la mirada o que no sea consciente de lo que ocurre, y ya lo he dejado escrito, registrado y en algunos casos grabado, sino todo lo contrario, pero no es mi intención desperdiciar ese tiempo erigiéndome en salvador de nadie que ya somos grandes.
Las ciencias avanzan sí, pero las conciencias no, si alguien logra inventar ese gen lo aprovechará en beneficio propio.
Creo que con este comentario acabo con mi acoso de hoy. Pero de verdad, cuánta razón tienes en todos tus poemas...
Arcadia: Y yo puntual respondo porque es de justicia decirte que es siempre un placer compartir miradas con personas tan sensibles como tú.
Besos y más besos.
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