A veces la soledad es tan grande
que no cabe en la palma de la mano,
y se escapa por la yema de los dedos,
por el borde de los ojos,
por la comisura de los labios.
A veces es tan grande
que escapa a otros cuerpos,
y lo inunda todo de caricias y de besos
que huyen del ombligo
y toma cuerpo de mujer.
Luego vuelve a caber toda
en un puño cerrado,
dentro de una lágrima,
o en una caja de zapatos,
—sin pies de Cenicienta—.
11 comentarios:
Ay Carmen...qué bello escrito.
Lo he visto, sabes? vi lo que ibas escribiendo frente a mis ojos.
Intenso, fuerte, vívido.
Me dejaste en silencio, maravillada. Un abrazo fraterno.
M
Hermoso!!!
Precioso. A veces la soledad te lleva a contar los espacios entre los dedos, a bañarte en el mar de otros ojos, a intentar anclarte a otra piel, a vivir a la luz de las estrellas para no deslumbrarte, pero la realidad, la que cada uno nos forjamos, sentimos y vivimos, vuelve a caber en ese puño, que cerrado intenta al menos retener los sueños.
La soledad y la tristeza siempre han sido un inagotable filón poético y este poema tan hermoso así lo demuestra.
Un beso, Carmen.
Maga: Cuando has estrujado la soledad en tus manos creo que ya nunca se olvida a qué sabe.
Un beso grande.
Sin camuflajes: Un placer.
Galeón: Sólo se me ocurre decirte gracias por todos estos versos que tantas veces me regalas. Aunque los sueños se me escapan entre los dedos como el agua, bien es cierto que conservo en mi puño momentos que acompañan siempre a mi soledad.
Un beso
Ana poeta, Ana amiga: Agradezco siempre tu mirada y tus palabras.
Nos vemos pronto, espero.
Un beso grande mientras tanto.
No lo podías expresar mejor.
Me tocó algo por dentro...
Eres GRANDE, amiga.
Un abrazo enorme y agrdecido, Carmen.
Laura preciosa: Sabes que tus palabras son muy valiosas para mi.
Un beso y un abrazo.
Como siempre Carmen, nuestras coincidencias. Justo justo estuve escribiendo de dedos. No lo he subido porque no termina de gustarme.
Hermosísimo tu poema.
Lo primero Santi, cuánto me alegra que te guste o que te diga algo. De eso trata la poesía, del que la escribe y del que la lee.
Nos vemos.
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