Gracias a todos por vuestra mirada.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Maldiciones


Malditos sean todos los miedos
adheridos a mi piel
y mi sonrisa de Gioconda
despojada de su risa.

Malditos los versos dibujados
en lunas de papel
y los rescoldos de una hoguera
condenada a ser ceniza.

Maldito también el viento
que conspira contra los sueños,
y las distancias que distancian
el amor de la memoria.

Malditas las sentencias de martillo
que golpean en la sien
y te arrojan al mundo de las sombras.

Maldita muerte que no muere
empeñada en  sobrevivir
de entre todas las ruinas.

Malditos los naufragios
que ahogan todos los destinos
y te dejan naufragando a la  deriva
en un mar sin horizonte y sin orillas.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Y malditos los que no saben maldecir lo que merece ser maldecido

Arturo dijo...

Me gusta mucho, breve, pero intenso.

Galeón dijo...

Según terminaba de leer cada estrofa, cuando todavía no había dejado de pensar en la razón que la asiste, ya entraba con ansia creciente en la siguiente: muy bueno Carmen.

Utilizando tus propias palabras acabas de dar unos cuantos martillazos encima de la mesa, a veces para poder pasar de alguien o algo, primero hay que cagarse en la madre que lo parió, por decirlo de alguna forma, aunque pueda resultar soez, pero no son medidas precisamente las palabras que maldicen.

Yo lo que quiero son tus augurios de gitana y que el mismo viento conspirador que se lleva los sueños, se convierta en afable brisa que nos haga llega tu buena ventura; junto a la raya de la muerte, está la de la vida, indisolublemente unidas, mientras ambas transcurran sobre los surcos de una piel que se rige por los mismos caminos y se renueva constantemente, por tanto, los miedos se caerán como escamas y quizá vengan otros, pero es en el proceso de la renovación donde hay que vivir, porque la rueda seguirá dando vueltas en un ciclo sin fin.

Atado a tu rueda giro, como lo estoy al timón de esta chalupa.

Besossssssssssss

Jesús Arroyo dijo...

Podria ser un poema a leer en Peñíscola, ¿no crees?
Un beso, guapa.

carmen jiménez dijo...

Don Santi: Seguro que usted sabe maldecir requetebién. Bendito sea!

Mi Arturo precioso: La lista podría ser más larga, eso seguro. Me gusta que te guste y me gusta verte por aquí.
Un besazo.

Galeón: Tus comentarios siempre metiendo el dedo en la llaga:) Tendré que aprender a vivir sin escamas...
Muchos besos para ti también.

Jesús: Podría ser, o podría no ser...:)
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Vivir sin miedos, no es vivir. A eso nos traen a la vida. A ser feliz, pero a sufrir miedos.
Que tire la primera piedra, quien no los tenga (con razón o sin razón).
¡Qué fácil y aburrida, sería la vida sin miedos!
Estoy completamente de acuerdo con las palabras del El Santi.
Seguí maldiciendo, lo que merece ser maldecido.
Te sacarás una mochila e irás más liviana por la vida.
Besos enormes. No me olvidé de ninguno de Uds. Casi no entro a los blogs, desde que mi vida cambió 180º.

carmen jiménez dijo...

Anónimo: Por tus palabras deduzco que nos conocemos. También mi vida ha girado 180º y hasta me cuesta cuidar mi propio blog. Pero aquí estoy maldiciendo, intentando aligeran el peso para seguir adelante aún con nuevos miedos que cargar en la mochila.
Un abrazo.