Gracias a todos por vuestra mirada.

jueves, 29 de junio de 2017

El tiempo no entiende de esperas

Cuando te pones a escribir, parece que  se detiene el tiempo. Pero no. El tiempo no se detiene. Es implacable, él corre hacia su muerte sin importarle lo que va dejando atrás. Amores, traiciones, promesas que fueron ciertas y otras promesas de las que promete la esperanza, que ya es sabido que no tiene palabra. El tiempo no se detiene ni  se doblega a la necesidad de respirar un poco más despacio, ni a acompasar su paso con el tuyo.  No. El tiempo no se detiene en esas minucias. Él avanza como si tuviera prisa por llegar a su destino sin importarle que tú andes todavía saboreando aquel beso que hizo  que el mundo entero desapareciera. No. El tiempo no entiende de romanticismos ni de esperas, y se hará de día antes de haber despertado de tu sueño.

1 comentario:

SALETA dijo...

No se detiene, jeje... No te quepa la menor duda.
Pero además, deja poco margen para cogerlo en marcha.

Un abrazo, amiga.