"La vida es eso que ocurre mientras hacemos planes"
(John Lennon)
Mi lema son cinco minutos de futuro tirando por lo alto.
Puede fulminarme un rayo –se está poniendo gris el cielo-
o puede que me de un infarto –motivos tengo-.
Bastan cinco minutos, ¡qué digo!,
basta un chasquido de dedos, un simple parpadeo,
para derribar la frontera o postergarla cinco minutos de tiempo.
Es por eso que no quiero dejar para mañana –por si las moscas atacan-
de poner el reloj en hora y contar el tiempo del diez al cero.
Porque basta un chasquido de dedos, un simple parpadeo,
para que pasado y futuro se encuentren cara a cara y se batan a duelo.
Nunca me gustó tener deudas y mucho menos de conciencia.
Si he de morir ahora, que sea, pero que sea en paz con la vida honesta.
Si alguien tiene algo que decir, que lo diga ahora
que la muerte no admite cambios ni pacta con el tiempo.
17 comentarios:
Yo si tengo algo que decir. Es tan visceral como acostumbras y eso dice mucho de la poeta.
¿A vuela pluma?
Un besito, Carmen.
Jesús: Pues casi casi al vuelo, porque en cinco minutos no da mucho tiempo a disfrazar las vísceras, si es que acaso se puede.
Nos vemos.
Argumento muy válido. Que la parca nos encuentre con los asuntos ordenados, el beso dado, la palabra dicha y escrita, la caricia en su lugar. Mientras, te abrazo Carmen, con mucho cariño.
Al parecer, esa es una preocupación muy común. En los casos de muertes bruscas por accidente, el cuerpo astral se queda dando vueltas en torno al cuerpo físico yacente, intentando algo que ya no puede hacer: cerrar asuntos pendientes de todo tipo, hasta que poco a poco va desistiendo de ese empeño imposible.
Bueno... aparte del controvertido párrafo anterior, jeje... quería decirte que ¡vaya renglones! los tuyos.
Te felicito desde lo más sincero de mis sentimientos.
Un beso.
Todos llevamos dentro un Don Guido, como Machado, que nos empuja a poner las barbas a remojar.
Me ha gustado mucho este texto, Carmen, muy en la línea de lo que eres y lo que pienso.
Un beso.
Susana: Esos son los abrazos que cuentan.
Otro fuerte para ti.
Pepe:Muchas gracias por tus felicitaciones lo primero. Siempre hace ilusión que alguien como tú, que sabe bien de controversias, le guste este texto.
Bueno y aparte del párrago anterior, jeje, ese cuerpo astral flotando es lo que yo llamaba purgatorio, o lo que así llamaba la iglesia católica apostólica y romana. La cosa es que mejor llegar con los deberes hechos y pasar a mejor vida. ¿Ó estaremos ya en el purgatorio?
Un beso grande.
Manuel: No sé yo si basta con poner a remojar las barbas o es hora de cortarlas ya de una sola pasada. Por si las moscas que nos pille limpitos.
Nos vemos.
el problema son las deudas... siempre son las deudas y lo peor es que para las de conciencia no existe un defensor del ciudadano...
hermosas palabras... como siempre.
:)
Ángel M.: Es por eso que lo mejor es no contraer deudas. Y respecto a los defenseros, total pa´lo que sirven...No hay mejor defensa que uno mismo. Mi madres siempre decía: "Obras son amores y no buenas razones" También Jesucristo decía: "Por vuestras obras se os reconocerá"
Gracias por tu doble mirada.
La peor deuda es la palabra no dicha, esa no quisiera que se me quedara sin pagar; y alguna, sin cobrar.
Muy buen texto, Carmen. Nos vemos muy pronto.
El propio devenir de la vida hace que nada esté siempre en su sitio, "si te paras, caducas", disfrutar de la vida no es un planteamiento ha de ser una realidad presente. El tiempo es tan rápido, tan métrico y a la vez inconstante, que cuando quiero escribir mi última palabra ya es pasado.
¿Quien fija el valor de la deuda, el prestamista, el beneficiario, acaso el fiador que avala?. En la vida creo que hay un montón de cuentas que no se pueden saldar, porque además cuando se presta a fondo perdido no se espera nada más que aquello que ya de por sí es "incunable", por decirlo en tu argot de escritora.
Las cosas que te hacen mejor y las que te llenan no tienen precio: tú, una sonrisa, la gente que amo, la brisa, una puesta de sol...
Inténtalo si quieres, ponle precio a este beso, o mejor, dejamé ser egoista y ponme en tu lista de débitos.
Ana: Ay Ana! Yo ya he roto la lista de deudores, porque ya nada espero sino lo que cada cuál tenga a bien regalarme.
Gracias por regalarme tu mirada.
Un besazo.
Galeón: Para que luego digan que el tiempo lo cura todo...o que el tiempo pone a cada uno en su lugar. O será que todavía no ha llegado mi tiempo porque yo ando siempre medio descolocada,jeje.
Lo que se presta, no se da, y a mi nunca me gustaron lor préstamos, porque como decía mi madre: "todo lo que se puede pagar con dinero no es importante".
¡Quién puede pagar una sonrisa, un amanecer, una brisa...!
Quizá siempre estemos en deuda con la vida...Pero vaya ese besos para dejar por hoy mi saldo a cero.
Buen trabajo Carmen. Me gusta y mucho.
Esos cinco minutos bastan para muchas cosas. Mi hermana decía siempre en los momentos duros, cuando se venía abajo: "cinco minutos de auto-compasión y a empezar de nuevo". Por cierto que fué fiel a John Lennon (creo que su amor más dulce)siempre.
Gracias por deleitarnos con esta lectura tan especial.
Un abrazo cariño
Alaaa!!! Pues si, tienes razón, yo también quiero cinco minutos. La deudas?? depende de ti, creo que hay momentos en lo que hay que apostar más en una misma. Y a veces lo que llamamos conciencia, no son más que miedos a lo desconocido. Un abrazo guapa.
Magnífica, como siempre...Besos.
concuerdo totalmente contigo. vivir ahora, en este instante.
Maravillosa, Carmen!!!
Además, me he sentido como en casa. Si vienes a verme, lo entenderás...jeje...
Besos enormes, guapa!
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