Siempre me gustó contar cuentos...
Fui ahorrando bajo el colchón
todas las sonrisas que encontraba,
cuando al acabar el día,
aparecían por debajo del sofá,
asomadas a la ventana,
o esperando en un diván.
Guardé bajo la almohada también
los besos que no daba,
y les contaba cuentos de su destino
para que soñaran con angelitos negros:
“Galopaban a lomos de un caballo
en busca de quien quisiera cambiar
sus tesoros por los suyos.
Los había de todos los colores y sabores.
Azules como los océanos,
verdes como los tallos verdes,
naranjas que yo llamaba “amaneceres”.
Violetas como las violetas africanas
como las lilas perfumadas.
No diré “rojo pasión”, porque el rojo
está reservado al ganador."
Y así viajaban los besos desde la almohada,
a lomos de un caballo alado,
A lugares imposibles.
Y se sumaban a sus filas
las caricias rezagadas
en el quicio de la puerta
y el deseo que jugaba a ser niño
con los besos de colores,
-infatigables compañeros-.
Y parecían de pronto, todos juntos;
las caricias y los besos y el deseo,
un ramillete silvestre
como el del novio cuando acude
a la primera cita de su vida.
Y no diré “colorín colorado…”
porque este cuento no se ha acabado.
24 comentarios:
¡No quiero ni pensar lo que puede llegar a ser el día que se desate el ramillete y a la vida se le dé por derrochar tan especial ahorro!
Bajo la almohada sonrisas y violetas
y ramilletes de besos es guardar un
gran tesoro.
Un abrazo muy grande Carmen
Fui ahorrando bajo el colchón todas las sonrisas que no daba"
Guarde bajo la almohada también los besos que no dab"
Ramilletes de bellos versos, Carmen.
Cuanto tiempo! Ahora me prodigare m'as
besos, muchos.
Flaquita linda: Ojalá la vida...
Me encanta encontrarte aquí.
Un beso grande.
Marisa: Otro abrazo para ti. No hay mayor tesoro que el que se comparte.
Nos vemos en Bilbao?
Besos desde ya.
Jorge: Siempre es una alegría verte entre mis letras. Pareciera que el año empieza en febrero, y es que cuesta reponerse de las fiestas y volver a la realidad.
Muchos besos a todos. Uno grande para el chiquitín.
Precioso Carmen, yo guardo bajo mi almohada besos de sabores y caricias inolvidables de una persona muy especial que nunca voy a olvidar. Es un placer poder leer versos van bonitos como los que escribes.
Muchas gracias por tu comentario, Carmen! Yo también espero que tu nuevo trabajo te traiga mucha suerte, y más aún si se llama también Arcadia jeje. Siempre es un placer leerte. Un beso fuerte!
Chelly: Me alegra saber que guardas esos tesoros. Señal que un día encontraste con quien compartirlos.
Gracias por tus palabras.
Un saludo.
Arcadia: Gracias por mirar hacia este rincón. Arcadia es el comienzo de un sueño que soñó alguien...
Un beso preciosa.
Un cuento dulce y hermoso del que lo mejor es que no se ha acabado.
Besazos.
me hiciste sonreir...me contás otro cuento?
mil besos, carmen*
Desde luego que no se ha terminado, Carmen. Al menos, mientras yo siga entrando y sorprendiéndome con tus cuentos.
Un abrazo entrañable, amiga.
Qué valioso tesoro el que has acumulado debajo de la almohada, cariño. Ojalá puedas compartirlo pronto y se te multipliquen los besos y las sonrisas.
Un abrazo.
Elvira
Que bonito Carmen!! Me encantan tus colores, tus ramilletes de flores silvestres, tus sonrisas, todo del poema. ¿Cómo no?? todisimo de ti. Yo tengo todas tus sonrisas guardadas dentro de mi corazón, sobre todo las que vienen, cuando estas triste.
Un besazo
Ana: ¡Qué esperanzador comentario el tuyo! Gracias.
Un beso grande
Rayuela: Una sonrisa es lo más valioso de estos tesoros.
Sonrisas mil*
Pepe: Así es. Todas estas letras se evaporarían sin la presencia de los amigos.
Un abrazo grande.
Elvira: Gracias por tus buenos deseos. Espero que mis tesoros merezcan de verdad la pena.
Un abrazo con un beso y la promesa de verte pronto.
Nunci amiga: Gracias por guardar todas mis sonrisas y sé que también todas esas lágrimas que no puedo llorar.
Un bico.
Debajo de las almohadas siempre se guarda todo aquello que vive en la noche y se diluye con la primera luz... Siempre hay secretos y cuentos y fábulas y sueños y ramilletes y besos... todo invisible a los ojos del resto pero palmario ante los nuestros.
:)
Marcelo: Un lujo contar con tu doble visión. Me dejaste pensando si la almohada sería un buen refugio para todos esos secretos y cuentos y fábulas y sueños y ramilletes y besos...o su palmario sería la luz del día para poder combatir así los desvelos de la almohada.
Un beso naranja.
Qué familiar me suena tu poema y qué forma más acertada de expresar toda esa decepción que se va acumulando cada noche unida al deseo de amar y de vivir otra vida que no es la que tenemos. Toda esa vida sumando y mirando en positivo para llegar a darnos cuenta de que estábamos equivocados y que las cosas eran tan negran como parecían.Te entiendo tanto, que tu poema me llega mucho más dentro que cualquier otro.
Un abrazo GIGANTE.
¡Genial, Mª Carmen!: espero que estos cuentos, de verdad, no se acaben nunca.
Y que tu nos los sigas contando de esta forma magistral.
Un beso.
Laura querida: Sólo alguien con las manos llenas de amor, puede atravesar el túnel de la decepción y seguir sumando...
Un beso grande grande.
Manuel: Lo de "genial" suena a música. Lo del maría delante me hizo dudar...jeje.
Pero aún con dudas y todo, espero seguir contando cuentos.
Un abrazo compañero.
Infatigables compañeros, como tu bien dices, lo que somos y lo que fuimos. Hoy me levanté con ganas de quitarme las gafas de sol y sacar mis deudas de debajo de a almohada, donde cada noche me encuentro con ellas, después de algunos días en los que miro y no veo, debe ser este frío que hiela hasta los pensamientos. Cuesta empezar con nuevos planteamientos, encontrar nuevos motivos para seguir en la brecha, pero supongo que habrá que dar tiempo al tiempo y volver a consultarlo con la almohada. "Y hasta aquí puedo leer...."
Galeón: Es que el frío cala hasta los huesos, pero la primavera llegará...
Nos vemos un día de éstos.
Precioso tesoro el que guardas bajo tu almohada de sueños. Un tesoro que sin embargo, todos los que te conocemos sabemos que regalas a manos llenas cuando llega el día, cada día
Qué gusto pasar por tu casa, acercarme a tu cálida y bella poesía, a tu persona cercana y amiga
Besos y un fuerte abrazo, Carmen, deseando encontrar la ocasión de compartir poesía nuevamente
Precioso comienzo, Carmen.
Vuelves a dar en el clavo al abrir así porque sube desde el principio.
Besitos, amiga.
Amaya: Por fin puedo agradecerte tus cálidas palabras en mi blog.
Nos vemos pronto. Un beso.
Jesús: Me alegra saber que te gustó mi poema o que te llegó.
Un abrazo grande.
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