Gracias a todos por vuestra mirada.

domingo, 19 de mayo de 2013

Daños colaterales


Esta noche, como tantas otras noches,
volveré a morder mis palabras mientras ceno
y trataré de tragarlas con un vaso de vino
para no vomitarlas sobre el plato.

Luego tomaré sal de frutas en un intento vano
de conciliar el sueño, mientras siguen dando vueltas
en la boca de mi estómago
incapaces de decir lo que saben que han de decir
tarde o temprano.

Pero ellas se atrincheran sabedoras
que una vez que el enemigo las escuche
disparará contra ellas todos sus misiles
y destruirán sin remedio aquellas que sin culpa
dibujaban como niños arco iris
ajenas a los daños colaterales que la realidad destruye.