Gracias a todos por vuestra mirada.

martes, 4 de diciembre de 2018

Toda la verdad


Juro no volver a creer en toda la verdad
y nada más que la verdad
por mucho que haya biblia de por medio
o juramentos de sangre para toda la eternidad.
Juro no volver a beber vino en botellas de leche
ni escuchar los alegatos a su favor
—siempre tan coherentes— que hacen dudar incluso,
si la vida existe más allá de su digno nombre.
Juro no volver a estampar mi firma ante notario
que nunca lee los anexos con los que la vida te sorprende,
y juro no volver a creer que los olmos pueden dar peras,
porque los olmos, como dice la poeta Montojo,
no dan peras, solo dan sombra.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Mi corazón y yo.


Hoy estoy optimista aunque mi corazón se resista a admitirlo. Hoy no le dejaré ganar esta batalla por más que golpee desde dentro y se empeñe en empaparme de tristeza. A veces resulta tan egocéntrico que se olvida que no sólo él vive en mi cuerpo. También tengo un rostro —con más arrugas de las que yo quisiera, pero me las he ganado a pulso—, y  unos huesos de cristal dispuestos a llevarme  a cualquier parte. No, ya no puede hacerme chantaje con sus mentiras y su mirada ingenua. A veces parece no saber la edad que tiene, y siempre me sale con esas de que el amor siempre tiene quince años. Yo me sonrío por dentro como cuando no quieres dar la razón a un niño que la lleva. Pero no, hoy no le dejaré ganar la batalla. Hoy nos vamos con todos nuestros años a cuestas a brindar por ese pasado en el que los dos fuimos felices y por un presente en el que ya no importa el balance entre pérdidas y ganancias. Con un poco de suerte esta noche dormimos abrazados.