Gracias a todos por vuestra mirada.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Morir lentamente

A veces una solo puede escribir de aquello que está viviendo, por más que quisiera escribir de amor.


No está al alcance de mi mano ser feliz
en estos momentos en los que al despertar,
lo primero que veo es la imagen de la muerte
ensañarse con un hombre indefenso.

Las heridas que no curan y te hacen olvidar
cualquier otra herida de guerra o de amor
—si es que acaso no es lo mismo—.
No está al alcance de mi mano devolverte
a aquellos años en los que eras joven y feliz.

Tan sólo puedo mirar tus ojos azules y tratar de sonreír
mientras extiendo un manto de aloe-vera por tu espalda
para intentar que la vida parezca de verdad.

A veces me siento cómplice de la muerte
viendo cómo mueres lentamente, 
cómo respiras a través de una goma
que no huele a nada;
ni a campo, ni a pinos ni a ningún otro olor
que pueda devolverte la esperanza de seguir vivo.

Y te miro y me miras, y  nos miramos
sabiendo que sentimos lo mismo.
Y te acaricio con la mirada porque tu piel
no resiste ya una caricia.
Y te duermes y te despiertas
y maldices a la muerte que no llega.

lunes, 3 de septiembre de 2018

El maldito tiempo

Nunca he buscado glorias ni laureles
ni escribo pensando que el mundo me leerá.
Escribo por necesidad,
por tomar una bocanada más de oxígeno
y no morir de inanición.

Escribo para saber que en algún rincón
sigo estando viva aunque mis palabras
no puedan conmover al silencio ni a la soledad
que me habita desde que tengo uso de razón.

Igual las escribo y las echo a volar
con la intención de curarme algún día
de los males que me acechan.

Pero el afamado tiempo, ese que dicen
que pone a cada uno en su lugar,
parece que hubiera olvidado dónde dejó mi cuerpo
y pasa por delante de mi casa si llamar siquiera a la puerta.

Mientras espero lo que no llegará
-porque siempre esperamos más del futuro
de lo que el futuro está dispuesto a dar-
escribo palabras para sobrevivir,
o tal vez para morir lentamente entre sus versos
mientras el tiempo se ríe de mí en mi cara.