Gracias a todos por vuestra mirada.

viernes, 31 de octubre de 2008

Mi amigo invisible

Hacía tiempo que no escribía desde mi otro yo.

Nunca me dejaron invitarte a merendar, ni a jugar en mi jardín, ni ir a montar en bicicleta contigo. Me apartaron de ti desde el principio. No hubo tardes de cine, ni paseos, ni bailes, ni fiesta de pedida. Decían que no eras buen amigo porque no te dejabas ver mas que por mi. Que no podrías ayudarme si me cayera, que echaría de menos tu mano cuando no pudiera levantarme. Se negaban a creer que yo te viera y tú me vieras a mi. Se negaron a creer que me hablabas y me acariciabas cuando conseguíamos escapar a su mirada. Te negaban a ti sin saber que así me negaban a mi también. Sólo les importaba mi felicidad, eso decían. Y me llevaron lejos, a un lugar que no se parece a nada. Es todo blanco, y frío, y sólo hay una ventana. Pero desde allí, en la distancia, todavía veo tu mano saludando, y por un momento sonrío. Dicen que mejoro. Pronto podremos vernos.

martes, 28 de octubre de 2008

Los sueños...

No quiero más sueños que los que puedo lograr. No quiero el patetismo de verlos incumplidos ni el patetismo de vivir muriendo en el intento. Quiero vivir de sol a sol y hacer recuento de los besos que me han dado, de los llantos escuchados y consolados y no postergados. Quiero vivir con tu mano tocando la mía, juntando la carne despierta, y despertar la carne dormida. Porque la locura se cura viviendo y sabiendo que los sueños, sueños son. Que todos sueñan lo que son aunque ninguno lo entienda.

lunes, 20 de octubre de 2008

Palabras

Menos mal que como dice la Flaca, ahora las rimas pueden ser libres. Ahí os dejo unas cuantas palabras que tratan de rimar con el desamor.

Contigo aprendí a escuchar
el silencio de las palabras.
Aprendí a acariciarlas
con el pulso de mis dedos
latiendo en cada letra.
Aprendí a escuchar su sonido
siempre callado y atento.
Siempre en silencio.

Aprendí a mirarlas
con mi cuerpo entero
dejando que me poseyeran.
Dejándolas resbalar
por cada poro de mi piel
desnuda de pudor
y deseando tatuarlas
con el fuego de tu boca.

Juro que sentí cómo me besaban
cómo me miraban,
cómo me tocaban el alma.
Cómo me arrancaban
del papel un suspiro.

Me inundaste de ellas
vibrando de emoción
vibrando de placer
al calor de cada una
ardiendo entre mis piernas.
Me perdí en su dulce veneno
envenenándome sin saber
que mañana no serían
sino un papel. En blanco.

jueves, 16 de octubre de 2008

Después

Mi vida es una prosa con alma de poeta. Vivo cada día con el ánimo doblado por la mitad. Miro crecer las margaritas en la maceta de mi casa y me evocan un campo lleno de mil colores. Las riego con agua fresca del grifo mientras imagino que es un manantial. Las huelo y me huelen a nada. Aspiro con fuerza para poder llenarme de ese olor penetrante de naturaleza. Y lo mejor es que lo consigo. Entonces vuelvo sobre mis pasos y comienzo de nuevo a imaginar que al otro lado de la puerta encontraré un paraíso lleno de colores, aguas transparentes, aromas penetrantes que todavía desconozco. Pero antes de poder cruzarla, paso por la cocina para preparar la comida del día y fregar los cacharros con el agua del grifo. Después cruzaré la puerta y por un momento, el jardín se convertirá en una isla llena de poesía.

martes, 7 de octubre de 2008

Espero curarme de ti


Estrené este blog con un poema de uno de mis poetas preferidos. Y hoy, he sentido la necesidad de publicar otro, de los muchos que me conmueven de él.



Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Jaime Sabines

jueves, 2 de octubre de 2008

Un delirio


La verdad no existe. Es mutable, caprichosa, dolorosa, exigente, autoritaria, heredada, egoísta, vengadora, orgullosa. La verdad tiene muchas caras y se llama honesta. La verdad de hoy es diferente a la de ayer y a la de mañana. ¿Qué clase de verdad es entonces? Es la verdad de lo que sientes en cada momento. Es la verdad de un instante. La verdad es como la mentira. Son primas hermanas aunque se odien.

miércoles, 1 de octubre de 2008

De momento


De momento te quiero, y al momento siguiente te quiero aún más. Te quiero cuando me hablas y más aún cuando callas. Cuando me escuchas y cuando me ignoras. Cuando me miras y cuando me das la espalda. Amo igual tus silencios y tus palabras.
Te quiero de momento. Te quiero siempre. A la luz del día, en la madrugada, en la sombra, en la penumbra. Despierta, dormida.
Te quiero mientras fumo, mientras como, mientras río, mientras lloro, mientras camino, mientras respiro, mientras vivo.
Te quiero de momento. Te quiero cada minuto.
Te quiero entre las sábanas cuando me haces enteramente tuya. Cuando susurras, cuando respiras, cuando pronuncias mi nombre en todas sus versiones. Te quiero cuando te lo digo al oído y cuando lo grito. Cuando te llamo y respondes. Cuando te vas y desapareces. Cuando me buscas y más aún cuando me encuentras. Te quiero en el recuerdo, en el olvido, pero más aún cuando te quedas conmigo. Te quiero sin saber muy bien por qué te quiero.
De momento te quiero. Mientras te escribo.