La obligación antes que la devoción.
-Refrán popular-
Soy de las que deja todo para el
final, para cuando no hay más remedio que cumplir con la obligación y olvidar
que alguna vez hubo una devoción, un beso que no podía esperar ni un segundo
porque toda yo era labio y todo tú deseo.
La obligación es ahora mi costumbre, mi inercia, mi única misión. Trato
de olvidar aquellos días donde todo podía postergarse, todo menos salir a tu
encuentro y dejar manga por hombro cualquier cosa que no fuera echarme en tus
brazos y sentir que la vida tenía un sentido más allá de comer y dormir y
respirar. Hoy me levanto y dejo que pase el día mirando cómo el sol va
cambiando de lugar, cómo las sombras de mi habitación se apoderan de la luz,
cómo tú te conviertes en una sombra más.