Gracias a todos por vuestra mirada.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Un estado especial

Quería esperar para iniciar el nuevo año con un pequeño homenaje a mis tres amores, pero el amor no entiende de esperas. Ustedes me entenderán.

Es un estado especial. Eso seguro. Lo primero que aparece es una sonrisa inmensa, como si no encontrara el límite de las comisuras de los labios. Una sonrisa pegada a la cara de la que no puedes desprenderte. Después aparecen otros síntomas menos poéticos si cabe, pero tan inevitables como sonreír. Los pechos crecen, y da igual si ya son grandes o han sido pequeños siempre. Crecen igualmente. El vientre se redondea y por primera vez te alegras de que la báscula vaya marcando un kilo más por mes. Tus primeros movimientos fueron como tus primeros pasos. Te contaba cuentos y te cantaba nanas, y te llevaba a todos lados conmigo. No podía dejar de acariciarte todo el tiempo y de perseguirte con mis manos, y amarte, amarte desde el principio de los principios. Tanto te amaba que pensé que no podría amar a nadie más. Quería ser toda para ti. Pero entonces, mis pechos volvieron a crecer. Y si tú me descubriste la grandeza del amor, él me descubrió que el amor no tiene límites. Vivir con alguien dentro de tu cuerpo y de tu alma es maravilloso, pero vivir de nuevo la experiencia es la maravilla de las maravillas. No importa cuántos pepinillos tengas que comer, o cuántas veces se te doblen los riñones o tengas que despertar en mitad de la noche. Cada vez es una oportunidad para recordar cuánto amor cabe dentro. Después, fuera ya de la primera cuna, pasado el sueño y pasado el momento de separarnos el uno del otro, llega el día de poder sentir piel con piel, y ahí sabes que ya no habrá ningún cordón umbilical que te pueda volver a separar. Con lo que no contaba es con que la vida me regalara una oportunidad más para soñar. Y ahí estáis los tres, tan dentro y tan fuera de mi. Tan míos y tan vuestros. Sólo espero que la vida os regale la mismas satisfacciones que vosotros me habéis regalado a mi.

27 comentarios:

Goliardo dijo...

Carmen, pero mira que me has hecho lagrimear, ¡un hombre de mis años! Es que tienes tanta sencillez y calidez para decirlo. Me ha tocado vivirlo dos veces como testigo, y he sentido (sólo por la cercanía)la dimensión única de lo que significa sentir crecer otra vida dentro del vientre propio, esa sensación única que nos está negada a los hombres, pero que podemos compartir como "espectadores y participantes privilegiados". Ayer, justamente, recordaba cómo le hablaba a las "panzas", y allí están, creciditos, los puedes ver en la imagen, y hoy soy muy feliz a su lado, son hermosos y me siguen dando alegrías y orgullos. Gracias por compartir esta felicidad con nosotros, y felicitaciones por animarte a vivirlo nuevamente desde el comienzo ¡Qué envidia! (ya te lo comenté en mi blog) A mí me resta esperar a ser abuelo (que debe ser una de las experiencias más tiernas), pero no tengo ningún apuro por ser un "abuelo muy joven". Te mando un gran abrazo, y aunque espero que "charlemos" antes de fin de año, te dejo aquí mi primer deseo de felicidad para este 2009 que nos está esperando en el umbral. Te mando grandes besos para que repartas, también, entre tus tres grandes amores.

Marisa Peña dijo...

Tus tres luceros, tus tres grandes amores estarán orgullosos de esa estupeda madre que tienen. Ser madre es una experiecia única. Hay momentos muy duros pero tienes razón cuando dices que es un amor sin límites...¡qué verdad!Y aquí estamos con nuestro amor sin límites dispuestas a seguir hacia delante siempre. Un abrazo muy grande mi querida amiga. El 2009 nos espera y tenemos muchas palabras que compartir.

Maria Luisa dijo...

Siempre he dicho que si algo que te cambia la visión de la vida, es la de ser madre.
Esa sensación de sentirlos crecer dentro de nosotras, imaginar (sobre todo en mi época) sin ecografías como serian.
Nunca son tan nuestros como cuando comparten los latidos de su corazón, al compás del nuestro.
Después la vida ya es totalmente suya.

Delicioso.
Un besazo.

J.C dijo...

Carmen, un placer leerte,. me encantó este post,.

un beso..

Juanma dijo...

Cómo no te vamos a entender, cómo no te voy a entender. Llevo en mi recuerdo, con un orgullo inolvidable, haber tenido a mi niño en brazos cuando aún no tenía ni un minuto de vida. Olía a su madre, a haber estado dentro de su madre, un olor que no puedo describir de otro modo y que no está en ningún otro lugar.
Ahora esperamos la llegada de Febrero. En ese mes nacerá Adela y volveré a cogerla con menos de un minuto de vida, y volveré a sentir el mismo olor...la misma certeza de que mi corazón, para ellos, no conoce los límites.
(si tienes un ratito y buceas un poco por mi blog, un poquito nada más, encontrarás todo esto desarrollado)
Un fuerte beso, querida Carmen.

J.C dijo...

Gracias.. no te preocupes por las "s",.
Lo que escribiste me recordó a una parte de mi que escribí en mi blog, "la magía de un día más despertádome a tu lado",.

Gracias de nuevo,.

un abrazo

carmen jiménez dijo...

Querido Alejandro: Veo que por nuestra edad, y la edad de nuestros hijos, ambos podríamos ser abuelos muy jóvenes. No es que yo lo espere pronto ni tarde, pero desde luego la experiencia bien vale la pena. Sin embargo la vida me puso a prueba, a una mujer de mis años!!, y aquí estoy, todavía con esa deliciosa resaca de ver a mi pequeño abrir los ojos ante el mundo entero. Ante todo, por pequeño que a nosotros nos parezca ya. Él vuelve a hacer que todo cobre importancia. Es cierto que el hombre tiene vedada una de las experiencias de vida más grandiosas, pero también es cierto que vivirla junto a la persona amada, hace que sea igualmente grandiosa. Es una vez más, una cuestión de amor, más que una cuestión fisiológica.
Entré en tu blog para mirar a tus hijos y pude verlos tan preciosos como estarán ahora y tan preciosos como estaban en 1.994. Sin embargo, no he podido leer el relato porque me sale un simbolito en mi ordenador que me dice: "información de privacidad" y no me deja leer. Sólo me pasa con tu blog y nunca antes me había pasado. ¿Sabes qué puede ser? De todas formas seguiré intentándolo porque me quedé en Machu-Pichu, uno de mis destinos soñados, aunque cada vez me queda más y más lejos. Una vez tuve la oportunidad de viajar a la isla de Robinson Crusoe. Tuve allí a una amiga durante doce años, pero ahora está de vuelta en Madrid y creo que también Chile me queda lejos. La verdad es que una espera el día de ver crecidos a los hijos para poder realizar todos aquellos sueños que posterga, pero con la venida de Lucas (así se llama mi hijo pequeño), creo que he aprendido que ya no puedo postergar mucho. Para cuando él sea mayor, no quiero ni pensar cómo seré yo. Asi que si alguna vez se me presenta la ocasión de viajar a la isla de Robinson, a Machu-Pichu, o al Congo, haré las maletas sin pensarlo. Otra cosa es que la ocasión se presente en medio de esta crisis internacional que nos acecha.
Bueno, que quedo a la espera de poder leerte y por supuesto a la espera de que nos des la gran noticia.
Un gusto saber que los papás también viven ese estado especial que dura toda la vida.
Muchos besos para vosotros también y mis mejores deseos para el 2009!

Mi querida Marisa: Los hijos tardan en sentirse orgullosos de los padres, pero espero que antes o después se sientan así. Desde luego hay momentos duros, momentos tan dolorosos que sólo se pueden superar con ese amor incondicional. Ellos me hacen seguir hacia delante incluso cuando las fuerzas flaquean. Son un premio. El mejor.
Me hace ilusión pensar que el 2009 se irá llenando de hermosas palabras, tejidas corazón a corazón.
Un beso

Mª Luisa: Una vez más estoy encantada de tu visita. Sobre todo después de haberte visto. Ser madre te cambia la visión de la vida, y la vida en sí misma. Te desarrolla facultades que ni sabías que existían y te descubre lo mejor que hay en ti. ¡Qué te voy a contar yo a tí! Tú que eres madre y abuela ya. La vida puede que sea totalmente suya, pero todo cuanto en su vida acontece, nosotras lo vivimos en el silencio de nuestros corazones. Si sufren, sufrimos, y si disfrutan, disfrutamos. No hay mayor felicidad que contemplar la suya y mayor tristeza que verlos tristes.
Un beso muy fuerte y mis deseos de seguir compartiendo nuestras vivencias.

Danse: Sabes que siempre me hace ilusión verte por aquí y sentirte vivo. Leí esa magia tuya tan propia, y desde luego creo que alguien con tu sensibilidad será un padre maravilloso, además de un estupendo compañero de viaje.
Gracias a ti por compartir este estado especial.
Un beso

Juanma: Es siempre tierno, pero muy muy tierno, comprobar que el corazón de un padre late al unísono. Saber que el amor de una madre no es único. Tu niño tiene mucha suerte de tener dos mamás, y ahora tendrá la suerte, la tendréis todos, de tener otro bebé en casa con el que compartir todo ese amor que se desborda. Febrero es un buen mes. Estaremos esperando la buena nueva. Disruta de ese estado tan especial.
Bucear por tus aguas es un placer. Lo supe el mismo día que vi la fotografía de tu hijo en tu perfil. Seguiré buceando hasta sus profundidades. De momento me quedé con la miel en los labios leyendo "La casa azul". Primero pensé que se trataba de Frida Khalo, luego me di cuenta que existen otras muchas casas llenas de vida y de muerte. Seguiré mi incursión tan pronto pueda llenar mis pulmones de aire y sumergirme de nuevo en esa casa y en esa huida que retorna al calor del amor.
Gracias por compartir estos amores tan especiales.
Un beso y ahora sí ¡Feliz 2009!

Goliardo dijo...

Querida Carmen, la verdad es que no tengo idea de lo que pasará con mi blog, no sé de qué se trata lo de "información de privacidad". Me fijé y cambié una de esas configuraciones que no entiendo, a ver si se soluciona, pero que yo sepa, no le pasó a otro ¡Juro que no quiero ocultarte nada, jajaja! Ya que estamos, te pido si puedes enviarme un correo electrónico a mi casilla, así te envío este post completo, y además, es posible que en los próximos días, te haga una invitación que te llegará por esa vía (es algo que estoy preparando, aún en fase experimental) Un gran, gran, abrazo, y felicitaciones a tus niños por la fabulosa madre que tienen, que se deshace de ternura por ellos ¡Feliz año nuevo!

carmen jiménez dijo...

Alejandro, por fin he dado con el problema. Era mío. Algo sobre los cookies. Te envío el correo. Por cierto que creo que sobra una "m" después del "com". Ya me dirás si te llega.
Gracias por los piropos, pero no me atrevo a felicitarlos no vaya a ser que me chafen la alegría:))
Gracias de nuevo.

Marisa Peña dijo...

Te ha quedado genial...¡Lo conseguiste! Espero que te sirviera de algo lo que te dije! Y ya sabes...para lo que necesites "pega un silbidito" Un abrazo, reina.

Isabel Mercadé dijo...

Muy hermoso, Carmen. Y qué bien lo explicas, esa sensación de "no voy a querer a nadie más". En cualquier caso, es un tipo de amor, como todos al fin y al cabo, que sólo entiende quien lo ha vivido. Y esa energía que llega de repente, no se sabe de dónde, para poder con todo y con mucho más (lo único que no he entendido es lo de los pepinillos).
Muchas gracias, de nuevo, por tu visita. Felicidades por esos tres pequeños inmensos amores. Y mis mejores deseos para ti y para ellos en este 2009 que ya casi está aquí.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Qué posteo más hermoso. Y qué manera de despertar la envidia de los hombres. Tu descripción de la plenitud de ser madre es tan vívida que dan ganas de cambiarse de sexo. Un abrazo enorme y emocionado, a pesar de que yo ya estoy en otra etapa, soy cuádruple abuelo, y eso también es una maravilla.
Te dejo muchos besos a ti y a tus tres vástagos y te deseo un muy feliz 2009. En unas horas me voy para Brasil por un mes, pero algo contaré desde un ciber.

carmen jiménez dijo...

Marisa: claro que me sirvió lo que me dijiste, aunque he de reconocer que a punto estuve de llamarte, pero entonces, ocurrió el milagro. Porque para mi, la tecnología es un milagro cada vez que consigo algo con ella:)
Gracias. "Ayer ya es hoy"

Bel: Un placer tu visita. Tienes toda la razón. Hay emociones, casi todas las emociones, que por mucho que se expliquen hay que sentirlas. Y cada cuál además siente las suyas aunque haya un denominador común. Lo de los pepinillos, es porque para mi fue un magnífico anti-ardores de estómago. Ese de repente, me encantó. La verdad es que uno se dice...¿Cómo es posible, así tan de repente poder dar la vida por alguien al que apenas has conocido hace unos segundos. Y sí, ya, y para siempre. Ojalá las madres pudiéramos ser un seguro de vida, pero por desgracia por mucho que los amemos, no es así.
Espero que comencemos a caminar juntas. Las amapolas me traen un recuerdo inolvidable.
Un saludo.

Santi: No es mi intención despertar la envidia, sin embargo, tú has despertado la mía con ese viaje a Brasil que como te digo en tu blog, quizá algún día, cuando yo también sea abuela pueda viajar. Es la ventaja de que los hijos se hagan grandes. Éso pensaba antes, ahora no puedo esperar a que mi hijo pequeño se haga mayor o me quedaré sin conocer Brasil:))
Me alegro que te haya emocionado mi texto porque es todo muy reciente todavía, y yo sí que ando emocionada y un poco descolocada después de tanto tiempo...parezco una primeriza:))
Pásalo bien y hasta tu vuelta.

Marta Fernández Olivera dijo...

precioso Luna, un estupendo homenaje a tus tres soles, tus tres pedacitos de vida...
Besos y feliz 2009

Camarandante dijo...

He leído hace un tiempito ya, este post tan lindo tuyo, pero he estado muy ocupado ultimamente... aquí he vuelto a felicitarte, lo cuentas lindo, con tanto amor, con tanta ilusión que en el tiempo persiste, con tanta feminidad...

Muchos besos, disfrutadora de la vida!

La peor de todas dijo...

Lo supe a temprana edad. No era sino una niña protegiendo con mi vida la otra vida que llevaba dentro. Caminé un camino rudo, poco amable, lleno de carencias y al mismo tiempo lleno de maravillas. Cualquier dolor, falta o desesperanza se desvanecía al ver sus ojitos, su sonrisa dulce, sus manitos. Ha pasado tanto tiempo y verlo hoy, grande y confiado, tocando su guitarra, mirando su torso deagarbado, adolescentoide. Mi bebé transformado. No puedo ni creer ni entender cuánto lo amo. Y cuánto más crece este amor incandescente. El hombre de mi vida amergió de mi vientre. Y allí reposa su cabeza cuando me atrapa para regalonear en la cama.
Es tanto mi amor y así mismo se acrecenta mi miedo. No podría volver a amar así de nuevo. Por ello decidí no repetir el cuento. Yo soy la cuidadora de sus pasos, la guía, el par de brazos prestos a alcanzarlo. Mi rubio rugbista rockanrolero. Sólo hay uno, él, quien me enseñó la madre en mí, quien me obsequió el más enorme regalo: el mayor motivo para vivir la vida. Gracias Luna por tus letras.

carmen jiménez dijo...

Gracias Marta. Mis soles y mis lunas. Mi vida casi entera a su disposición.
Besos y feliz año a ti tamibén.

Camarandante: Gracias por entretenerte un momento y dedicarme tus palabras. Valoro el tiempo de manera muy especial y por ello valoro tu visita en medio de tantas obligaciones que nos aprisionan. ¡Disfrutadora de la vida! Qué más quisiera yo!!
Un abrazo

Maga: Me alegra que seas madre. Creo que es una de las experiencias más valiosas de la vida. Yo también fui madre a edad temprana, y ahora a una edad adulta repito la experiencia con esa sensación de amor y miedo que no se cura con los años.
Gracias por compartir ese precioso rubio rugbista rockanronlero. Yo tengo tres clones morenos como su padre, y sin embargo tan distintos...
Un beso lleno de buenos deseos.

Susana Peiró dijo...

Bueno, bueno, me has conmovido profundamente Amiga!!!

Verdaderamente es un estado especial, pero lo es mucho más mediante tus palabras! Qué homenaje, cuánto amor, caramba, qué belleza de post!!!

Por supuesto, y como madre, mientras leía tus sensaciones, recordaba las mías y fue precioso Sólo una vez para mí, la vida me regaló la magia especial de ser mami. Y aunque hoy mi "pequeño" va para sus 19 años, y el metro ochenta y cinco, y es un universitario serio...jamás nunca olvidaré ese estado especial que marcó mi vida para siempre.

De todo corazón te deseo que disfrutes de estos verdaderos milagros que son tus hijos!!!

Muchísimas GRACIAS por este calidísimo momento!!

Mi abrazo con todo cariño!

carmen jiménez dijo...

Querida Susana: Gracias por dejar tus sensaciones. Me alegro que te haya gustado. La emoción de ser madre no se olvida nunca. Se evoca cada día de forma diferente, pero ese estado especial desde luego no se olvida.
Yo también tengo hombretones, mayores de edad, con novias, con su vida propia y aún así siguen siendo casi casi como el pequeñín de la casa que tiene 20 mesecitos. ¡Qué rápido pasa el tiempo!
Todo mi cariño para ti y tu "pequeño".

Anónimo dijo...

He despedido un año pleno de acontecimientos, e incluso de sorpresas enormemente agradables. Y éste no pinta mal. lo deseo tambien para ti .
En todo caso, hay que ser optimista. Y agradecido; así que intentaré aparecer más por tu blog que tanto admiro, que es casi un regalo de reyes cada vez que leo algo nuevo .
Tabajete.

J.C dijo...

Carmen: Gracias por tu comentario. Aunque no lo veas, lo leí,. siempre leo cuando me escriben y lo guardo. Nunca dejo que nada le haga daño a ella, aunque con ello no quiero decir que se le haga daño.
Si quieres puedes dejarme un día tu dirección o yo la mia.

un abrazo y por supuesto, muchas gracias.

carmen jiménez dijo...

Querido Taba: Para mi sí que es un regalo tenerte por aquí. Un regalo y casi un pecado por no poder visitar tu blog tanto como me gustaría, pero ya ves, cuatro hombres en casa son muchos para mi:)) En cualquier caso sabes que admiro tu constancia y desde luego tu optimismo. A ver si se me contagia un poco.
Un beso y un brindis por el nuevo año!

Querido Danse: Gracias a ti por tu explicación. Es una deferencia que dice mucho de ti y desde luego respeto tu silencio. Basta que creamos que podemos dañar para no hacerlo. No importa si el otro lo aprecia o no, lo importante es tener un corazón como el tuyo. Cuídalo.
No sé cómo hacer para darte mi dirección de correo porque no la publico en mi perfil y creo que tú tampoco.
Y por supuesto no tienes nada que agradecerme, las emociones siempre son propias, pero empáticas.
Un beso y ya sabes dónde estoy.

andal13 dijo...

Goliardo afirma que lo has hecho lagrimear... ¡¡A mí me has hecho llorar a moco tendido!!!
Bellísima "confesión" esta que has compartido.

Besos desde el sur.

Lembranza dijo...

Es tan bonito, tan tierno cuando los estas esperando, piensas si vendran bien, a quien se pareceran, si el parto sera dificil. Cuando llegan, se te pasan las horas observandolos, cada uno de sus movimientos, los avances que van haciendo. Cuando son mas grandes piensas, a ver cuando crecen y hacen su vida y yo puedo vivir mas tranquilo. Cuando son grandes te das cuenta que no vas a poder vivir tranquilo nunca, sigues preocupandote, queriendoles, aunque ellos algunas veces piensen que no. Besos

carmen jiménez dijo...

Andrea: Mira que siento hacerte llorar. Siempre te imagino con una sonrisa y con los ojos bien abiertos, mirando desde ángulos ocultos a los demás mortales. Pero alguien así seguro tenía que saber llorar así de bien. Gracias por tu visita. Hay confesiones dignas de ser plasmadas.
Un beso.

Lembranza: Tú y yo hemos recorrido ese camino juntas. Hemos reído y sufrido y soñado...con ese día en el que pudiéramos independizarnos de ellos:)) pero Lucas me ha enseñado a no esperar nada de la vida sino a vivirla día a día.
Nos vemos.

Arcadia dijo...

Jooo me ha encantado esta entrada... Me imagino que uno de tus hijos lo lea y es maravilloso saber que tu madre siente algo así por ti.
La verdad es que no sé que decirte, me has sembrado el blog de comentarios, y me he llevado una más que grata sorpresa la verdad. Muchas gracias por todo lo que digas, me has hecho ponerme colorada. Aunque me gustaría no escribir ciertas cosas, porque significaría que nunca las habría sentido. La vida nos da muchos palos, pero no queda más remedio que seguir andando.

Te agrego a favoritos... Muchas gracias por tu visita, espero seguir leyéndote!!!

Un beso enorrrrrrrme!!!!!!

carmen jiménez dijo...

Querida Arcadia:
Por un momento he sentido como si las "musas" se hubieran dado la mano para juntarnos. Ha sido un placer descubrirte. Una de esas sorpresas que aunque sabes que existen es siempre un regalo inesperado. Una sorpresa descubrir un corazón tan grande en alguien tan joven.
Bienvenida a mi rincón y seguro te seguiré visitando. Y como ya es costumbre en mi, disculpándome de antemano por el poco tiempo que puedo dedicar a los placeres de la lectura.
Otro beso para ti.