Gracias a todos por vuestra mirada.

domingo, 11 de marzo de 2012

Vagones sin retorno.

A todos mis recuerdos y a todos los que están por venir.



No sé cuántos años tenía exactamente.
Podría decir una cifra cualquiera,
o cualquier otro número aproximado
a los desayunos de domingo llenos de sorpresa.

Podría escribir  el número con  letra:
 “Adiós definitivo a los juegos de muñecas,
a los brazos del sofá cabalgando por el bosque
entre cuatro sillas y una mesa."


Podría fijar una fecha de aniversario
el día que se bajaron del carrusel
mis sueños de princesa.

Hablar del cumpleaños de aquella tarde,
cuando descubrí  que el mundo
no se recortaba con tijeras
ni estaba dentro de una tarta.

Fue un mes de otoño, eso seguro.
Atrás quedaban las vacaciones en el pueblo,
los besos de la abuela,
los inviernos sin estufa.


No sabría decir cuántos años tenía exactamente,
pero se parece mucho
al número de vagones sin retorno.

14 comentarios:

Emilio dijo...

Precisamente hoy, once de Marzo.

Me ha gustado mucho, Carmen.

Un fuerte abrazo.

Manuel dijo...

Tantas veces los aniversarios no tienen más razón de ser que lo que hemos querido imaginar!.

Tantas otras nos traen cosas que no hemos llamado a la memoria!.

En cualquier caso, es un hermoso poema, Carmen. Felicidades.

Un beso.

carmen jiménez dijo...

Es cierto Emilio. Aunque los vagones viajen sin retorno, nos quedamos con su recuerdo.
Un abrazo y gracias por compartir tu mirada.

Manuel: Gracias por tus felicitaciones. Los vagones se van llenando por el camino.
Un abrazo.

La Solateras dijo...

Melancolía y recuerdos hechos poema. Muy bonito, Carmen.

doble visión dijo...

Los trenes, como los ríos, jamás pasan dos veces por el mismo lugar... por eso, lo que se va con ellos sólo vive en el corazón y en la memoria.

carmen jiménez dijo...

Ana: A veces escribo en un intento de conjurar la melancolía y dotar de alas a los recuerdos, pero creo que me falta todavía mucha magia que aprender.
Un besazo.

Marcelo: Si me apuras sólo les queda el corazón como refugio, que la memoria es muy traidora.
Un abrazo grande.

silvia zappia dijo...

creo que transitamos los mismos vagones...


besos*

Enrique Sabaté dijo...

Un poema muy hermoso. Recuerdos sin vuelta atrás.

Un abrazo fuerte.

carmen jiménez dijo...

Mi Rayuela...
Mil besos*

Enrique: Ya que no vuelven, que no falten.
Otro abrazo para ti.

Manuel dijo...

La perdida de la inocencia...

Rosa dijo...

Tu poema es el producto de ti misma y tú el de ese viaje en vagones que no retornan, pero que existió y eso es lo que importa: haberlo vivido.

Y si encima te sale algo como ésto, mereció doblemente la pena haberlo vivido.

Un abrazo corazón. Me ha encantado

carmen jiménez dijo...

Manuel, Rosa, permitdme que os responda juntos porque para mi sois inseparables: Gracias a los dos por vuestra lectura y por compartir mi mirada.
Dos besos, eso sí, a cada uno el suyo.

Susana Peiró dijo...

Tus recuerdos, los que fueron y los que vendrán, fueron honrados con este Poema. Allí está la niña, podemos verla y más importante aún, podemos sentir su ternura. Recorremos con ella los sueños de princesa, cabalgamos junto a ella por ese bosque de sillas y mesa. Sus años –no importa cuántos- son nuestros años y su rostro, cuando sube a los vagones sin retorno, también es el nuestro. Sí, debió ser otoño cuando emprendió el camino, con una sonrisa llena de ilusiones y el corazón alborotado por las sensaciones nuevas.
Magnífico trabajo, Carmen. Se te disfruta mucho Querida Amiga, hoy y en cada esquina de tus letras, en cada encuentro.
Te abrazo muy, pero muy fuerte.

carmen jiménez dijo...

Susana: Gracias por esa mirada tuya tan íntima y por ese abrazo tan fuerte.
Otro para ti igual de grande.