Hoy es de esos días en los que echo de menos la sensación aquella de escribir un poema con las tripas y vomitarlo en un papel en blanco, que luego se convertiría en una reunión de amigos. Durante años, supe el nombre y el apellido de todos ellos. Su fecha de nacimiento, sus inquietudes recientes y no tan recientes. Echo de menos, este espacio en blanco que como un milagro se convirtió en una ventana de futuro, en un campo de flores donde las semillas germinaban y perdonadme la cursilería. Echo de menos la comodidad de estar entre vosotros, de casi sentir el sabor del mate mientras celebramos habernos conocido. Sueños que parecía que un día se convertirían en realidad. Instantes fugaces que parecían eternos. Eso debe ser la esperanza. La que ya no tengo. Y sin embargo aquí estoy, compartiendo un poema sin filtros ni cartón. Eso debe ser la amistad, aunque es de justicia decir que cada día son menos los amigos. Como si a cada paso, la amistad por la que darías la vida, tan sólo es una llamada, cuando más. Cuando menos, silencio. El blog siempre fue para mí otro formato de pensamiento. Hoy casi nadie lo visita. Igual lo dejo aquí, en esta casa medio en ruinas, a la que de tanto en tanto, alguien visita, como la casa en mitad de la nada, cubierta de hierbajos, y alguien un día decide entrar y echar un vistazo a sus habitaciones. Pero la vida sigue latiendo y me tomo un respiro y escribo un poema que también comparto con mis amigos de Facebook que haberlos haylos, como las meigas.
Descanso
Decido
tomarte un descanso
y contemplar
la tormenta desde lejos,
desde ese
lugar donde no importa
la oscuridad
de afuera
sino la luz
de dentro.
Decido
tomarme un descanso
y sentir
cómo respira mi corazón
al otro lado
de la orilla
donde reina
la paz y la concordia.
¡Pero cómo
hacerlo
si cada vez
que me alejo
siento su
ausencia, su último tramo de vida
a la que se
aferra a pesar de desear la muerte!
Cómo tomarse
un descanso
cuando el
corazón de tu padre late
con un
oxígeno prestado
que tan sólo
le insufla aire
para que su
cuerpo maltrecho
siga vivo un
día más.
Aún así, me
tomo un descanso
y escribo
este poema como un S.O S.
como la
despedida que no se atreve
a decir
adiós.
Aún así,
quiero permanecer
en este
suspiro donde reina
mi propio
universo, y respirar.
Como
el beso
que te
cierra los ojos,
y no quisieras tener que abrirlos jamás.
3 comentarios:
Llega hondo todo lo que escribes, Carmen. Siempre tan personal y a flor de piel. Con voz desgarradora o amante. Siempre llegando al corazón. Que tu inspiración siga fuerte, como deseo que sigas tú, haciendo frente a la vida y... RESPIRANDO...
Dely 💕
Los blogs ... a mí me gustan mucho más que el FB y de hecho estoy volviendo a ellos y la muestra es que aquí estoy.
Carmen tomaté de vez en cuando un respiro como este y dejanos tus sentimientos hechos palabras para que podamos sentir contigo.
Como siempre tus poemas tocan lo más sensible que hay en las persoans .
Un fuerte abrazo y ánimo.
Gracias amigas. Es un lujo haberos conocido en esta precisa etapa de mi vida. Un abrazo a las dos.
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