A veces quisiera que me saliera
la rabia por los puños o por la boca, que me estallara el corazón en mil pedazos
y se esparcieran mis cenizas con un golpe de viento. Quisiera dejar que la
rabia se apoderara de todos mis sentidos hasta impedir al pensamiento elucubrar cualquier alegato a favor del enemigo. Pero mi rabia es débil, y presta oídos a
cualquier palabra hermosa que se haya dicho, a cualquier música de fondo, a
cualquier aroma venido del pasado cuando la lluvia olía a jazmín y a tomillo.
Es una rabia tan estúpida que se da por vencida ante una media sonrisa en el rostro, un paso
de baile o un vino a media tarde antes del anochecer. Y entonces los puños se
hacen caricia y la boca miel y el corazón recobra su pulso y la muerte cobra
vida.
Gracias a todos por vuestra mirada.
sábado, 1 de agosto de 2020
Mi rabia es débil
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2 comentarios:
Eres sensibilidad y ternura, la rabia en ti es un vómito instantáneo, una arcada que pasa tras atusarte el pelo. Ven, criatura, dame la mano y sosiégate, y sigue amando de esa manera impulsiva, aunque a veces te lesiones.
Un beso.
Preciosa prosa poética.
Saludos :)
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