Gracias a todos por vuestra mirada.

martes, 11 de noviembre de 2008

¡Qué cosas!

¡Qué cosas! Desde que te has ido vivo con una extraña. A penas habla, y su café es demasiado negro y demasiado amargo de buena mañana. Se cepilla el pelo sin ganas a la hora de dormir, se queda fija en el espejo durante un rato, y a medida que se mira, parece que se transformara. Luego se mete en la cama con un pijama viejo, y se abraza a la almohada. Algunas noches la oigo llorar hasta la madrugada. No lee, ni escucha música, ni baila. Vaga como un fantasma, husmeando todo el tiempo, como si respirara algo que le falta. Nunca invita a nadie. Hace cosas extrañas. Come a deshoras, no cocina, ni limpia la casa. Habla sola por los rincones y ha desconectado el móvil. Se viste con la misma ropa y dicen, los que la conocen, que tiene desviada la mirada. Se desploma en tu sillón y yo casi la miro con rabia. ¡Qué cosas! Nunca la había visto antes de tu marcha. Y ahora, es como una condena tenerla a todas horas pegada. Trato de ignorarla, pero siempre termina arrastrándome a esos lugares a los que juré no volver. No me gusta esta extraña. Repite cada día los mismos pasos como si fuera la única forma de darlos. Le estorba la luz y va tropezando con los pocos muebles que quedaron. No quiere escucharme. Creo que se regocija sufriendo. ¡Qué cosas tiene esta extraña! Sin embargo, a veces creo, que podremos ser amigas con el tiempo. Con el tiempo.

22 comentarios:

Marisa Peña dijo...

"Esos lugares a los que juré no volver..." ¿Por qué volvemos siempre a lo que nos hace daño? ¿ Por qué andamos de nuevo los pasos perdidos?
Me gusta muchísimo este texto. Lo leo varias veces y me siento tan identificada, que parece que veo a mi extraña allí sentada junto a la tuya... Un abrazo del alma.

MªTeresa Gómez Puertas dijo...

A eso un especialista lo llamaria "depresión"....y ¿como vas a ser amiga de la "depresión"?,creo que es mejor sacudirsela como hacen los perros con el agua.

carmen jiménez dijo...

Marisa, supongo que una vez que has conocido la felicidad, como dice un texto que estoy escribiendo, no te conformas con menos, y buscas allá donde la conociste. Pero el mundo es muy grande:))
Me gusta saber que esa extraña no está tan sola.
Un beso

carmen jiménez dijo...

Ay Mª Teresa! los especialistas nombran distinto al desamor. Los románticos sabemos que el dolor forma parte de él, y sólo el tiempo lo cura. Se convive con él hasta que un día, te lo sacudes como hacen los perros con el agua:))
Gracias por visitarme y por dejar tus palabras.
Un saludo.

Marta Fernández Olivera dijo...

La verdad es que me ha dao un poco de cosa al leerlo, he visto a un alma moribunda, un espectro muerto vagando, he visto algo que no me gusta, he visto nuestra otra cara, la cara que a veces hemos enseñado y vivido, he visto un recuerdo duro, pero solo es un recuerdo...
Un beso

Maria Luisa dijo...

Precioso y sentido relato.
Por circunstancias especiales he sentido esa extraña junto a mí.
Pero un día le plantas cara y le dices: " Conmigo no tienes nada que hacer, adiós".

Me gusta leerte.
Un besico.

FLACA dijo...

Espero con todo mi corazón que esto sea una ficción y se trate de atu alter ego. Un besote.

carmen jiménez dijo...

Marta: La idea es siempre ser capaz de que el lector vea lo que escribes, y me alegro que tú, sólo hayas visto en la historia un recuerdo. Como bien dices es duro, pero los recuerdos se van quedando atrás.
Gracias por compartir mi relato.

Mª Luisa: Supongo que forma parte de la vida enfrentarse a situaciones duras, pero lo importante es sin duda plantarle cara, y tú nos has demostrado que es posible.
Eres un ejemplo. Gracias por tus palabras.

Flaca: La verdad es que es una ficción. La realidad siempre la supera:)) Por desgracia conozco muchas historias que se parecen a ésta, que se me cuelan en el corazón y necesito escribir sobre ellas para ahuyentarlas. Todos podemos un día encontrarnos con una extraña.
Gracias por tus buenos deseos.
P.D. A ver si empiezo a escribir sobre historias alegres, y así empiezo a atraerlas:))
Un abrazo grande

carmen jiménez dijo...

Flaca: Puntualización. Donde digo, la verdad, no es la verdad y nada más que la verdad. Yo también he vivido con esa extraña y la he visto desplomarse. Pero la historia en sí misma, es ficción. Sentí la necesidad de puntualizar, porque en cada uno de mis textos, va una parte de mi, sin lugar a dudas. Disfrazada, difuminada, por empatía, por solidaridad, por recuerdos, por un mal día...En fin, que tras las palabras está quien las dice, quien las dibuja, quien las inventa, quien las une. Y detrás de todas ellas, vosotros. Sin vosotros las palabras no viajarían y se quedarían escondiditas en casa, sin conocer otros mundos maravillosos.
Pues queda dicho.
Todavía estoy con la emoción de Paco Ibañez recorriéndome.

Susana Peiró dijo...

Caramba ¿Cuántas veces fuimos esa extraña?

¿O somos? Muchas, estoy segura.

Mientras te leía, me corrió frío por el cuerpo. Sucede que la conozco, tan, pero tan bien.

Conmovedor hasta la médula, un trabajo excelente, que cala hondo, sí, hasta allí mismo, donde reside la extraña que encerré alguna vez.

Mis Felicitaciones y Abrazo Media Luna!

La peor de todas dijo...

Una extraña que es tu reflejo en el espejo, pero sin embargo no encaja. Y mientras te duele, ella se alimenta de tu dolor. Y mientras tú mueres, gracias a ella sigues viva. Un abrazo gigante. Magda.

Unknown dijo...

Oh, bendito yo soy entre todas las mujeres... Je.

Como siempre dice uno, cuando se pone en machista, parecen ustedes la gata Flora. Es que ¿qué cosa boba y sin gracia sería el amor si cuando él se va, a la dama no se le mueve un pelo? El amor es así, cuando él o ella se van, hay que transformarse en un desastre que deambula lamentándose de aquí para allá sin encontrar un rinconcito de paz. Si se pudiera sacudir eso como hacen los perros con el agua, entonces seguro fue un amorcito tibio que solamente te humedeció el pelaje. Eso no es depresión Ma. Teresa, se llama mal de amores y es un ingrediente indispensable de la vida, aunque duela.

carmen jiménez dijo...

Susana, una vez más agradezco de corazón tus palabras. Después de todo, parece que la extraña no es tan extraña. Quizá la encierre una temporada a ver si así reacciona de una vez y deja de fastidiar.

Sí Magda, esa extaña es como un vampiro que te chupa la sangre gota a gota. ¡Cuántas formas de nombrarla!
Gracias por tu visita.

Santi: ¡Qué alegría recibirte en mi rincón! Me alegra saber que los hombres tampoco están exentos de ese dolor que produce ese ingrediente tan necesario como indigesto a veces, y al que uno/a no se puede resistir. Porque una vez que lo has probado...aunque sólo sea por paladearlo de nuevo, de nuevo te expones. Es el elixir de la vida, aunque ni siquiera los alquimistas hayan conseguido la dosis justa.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y es tan facil dejarse ir, pensar que ya para que?? que todo esta perdido. Cuando las ilusiones se mueren tu tambien quieres morir

camaradeniebla dijo...

es bueno.

AliaS dijo...

uff qué personaje y qué historia! algo de lo que va pasando en la vida no.

Auster dice que sus historias crecen de lo supuestamente más inverosimil, porque la vida está llena de cosas que parecen imposibles que sucedan, y sin embargo suceden.

un gusto pasar x aqui

PIZARR dijo...

Lo primero de todo tengo que agradecer tu comentario en el Mundo de los Sueños.

Después decirte que mejor que tus letras sean casi ficción tanto en esta como en tu anterior entrada. Lo digo porque de esa manera sabemos que tú no lo estas sufriendo por lo menos aquí y ahora mismo.

Como bien dices todos escribimos en parte sobre nosotros mismos y nuestras vivencias.

Me ha encantado el comentario de Le Santi. Por mal que pase frente a un desengaño amoroso, debe de ser así porque d elo contrario no estariamos hablando de amor, si a la vuelta d ela esquina ni sufrimos ni padecemos.

Un placer conocerte. Un saludo desde Bilbo

carmen jiménez dijo...

Ay anónimo! Cuando las ilusiones mueren, lo mejor es cambiar de dirección la mirada para poder descubrir nuevas ilusiones. Lo úlitimo es dejarse morir.
Gracias por pasarte por aquí y contribuir a este torrente de emociones.
Besos

Ana: Me alegro de tener la oportunidad de conocerte. Acabo de pasar por tu blog, y he de decir que me parece francamente interesante. Da gusto conocer nuevos espacios de reflexión cultural. Te leeré seguro. Pensar es uno de mis hobbies favoritos.
Gracias por tu visita.
Saludos.

Dada, bienvenido. Auster tiene mucha razón. De todo lo que imaginas, sucede aquello que nunca has podido imaginar. Nunca está uno preparado. La vida es un borrador que no se puede pasar a limpio.
Me he quedado con ganas de leer tu artículo sobre la "canción de Milán" Me gusta Milán Kundera, y tan pronto como pueda me sumergiré en ese mundo tuyo.
Gracias por pasarte por aquí y dejar tus impresiones.
Saludos.

Pizarr: Lo primero reiterar mi placer de haber leído tu crónica sobre Paco Ibañez. No sólo por tu impecable redacción sino por el sentimiento puesto en ella. Por la dulce sensación de saber que este mundo virtual, a veces atraviesa lo etéreo.
Y lo segundo, gracias por tus palabras. Yo también estoy de acuerdo con Santi. Es un hombre sabio.
Encantada de conocerte.

Susana Peiró dijo...

Media Luna:

Querida Amiga, Muchas Gracias por tu respuesta aquí y por tu comentario en mi blog!

He dejado la contestación a esas bellas palabras que me dejaste en la "Joyita Argentina" hace unos momentos. (Mis disculpas por la tardanza en contestar, a veces estoy corriendo con los tiempos...pero siempre llego!)

Mi enoooooorme Abrazo para Vos!

carmen jiménez dijo...

Hola Susana: No es que me guste tener la última palabra, es que me gusta responder a todas. Sobre todo cuando son palabras tan emotivas como las tuyas.
Qué maravilla que siempre llegues. Yo por más que corro tras la vida, nunca la pillo:))
Otro abrazo para ti.

Goliardo dijo...

¡Qué estuve leyendo durante todos estos años, que no te leí! Cuando se descubre sello propio, estilo, cuando se encuentra en un relato la capacidad de contar sin narrar aprentemente, cuando se dice mucho en muy poco, se siente lo expresado en la primera línea. Simplemente me asomé por un rato a dos historias cruzadas circunstancialmente y cargadas de sensaciones. La punta de un ovillo que en realidad se cuenta por sí mismo. Quizás para sintetizar, un formidable retrato de los desencuentros, de la soledad que de tan sola no se puede compartir.
En verdad, el relato despierta muchas cosas, transmite muchas vivencias y sentimientos, y esa es la prueba de lo que vale, de lo que logra. Felicitaciones, sin dudas volveré y dejaré comentarios dispersos, es un gusto leerte.

carmen jiménez dijo...

Goliardo, para mi es un honor recibir tus palabras, y más aún después de ver tu blog.
Y a la vez es una alegría saber que mi "retrato" puede inspirar diversas sensaciones.
!...De la soledad que de tan sola no se puede compartir." Y sin embargo aquí estamos.
Gracias por todas tus palabras. Y por supuesto, serás bienvendio siempre que quieras pasarte por aquí.
Un saludo