Queda
prohibido hablar de amor
en mi
presencia,
prohibida
toda confianza
más allá de unos
labios
que engañen
al beso
en esas
noches tontas
que te da
por extrañar.
Prohibidas
las promesas
hechas de
lino,
y los
abrazos que te roban
el corazón y
la sonrisa
a cambio de
una medalla de oro
al mérito de
la estupidez.
Ya es
oficial la tristeza,
la esperanza
es opcional
para
aquellos que todavía creen
que pueden
cumplir un sueño
o que el
sueño les puede alcanzar.
Yo hace
tiempo que camino
sin el peso
de la fe sobre mis hombros
para hacer
posible lo imposible
antes de que
la muerte
pronuncie mi
nombre en alto.
6 comentarios:
Me entristece esta mirada íntima, este dardo que tan acertadamente ha dado en mi alma. Recuerda que sin esperanza ya hemos tirado la toalla. No te desalientes, cree en ti, en el poder de la voluntad que todo lo puede y no pesa nada.
Un fuerte abrazo.
Gracias siempre por tus palabras de aliento Paco. Ciertamente la voluntad es más poderosa que la esperanza. A ratos paso de una a otra, como el malabarista pasa sus pelotas de mano a mano intentando que no se caiga ninguna.
Otro abrazo para ti y feliz año recién estrenado.
prohibidas las promesas
hechas de lino
dificil de cumplir. lo vrrdaderamente prohibido es hablar de desesperanza y, mas, muerte.
Anda, cambia de chip que, además, han ganado los tuyos.
Besos sin cuento.
Ánimo, preciosa.
Todo pasa, Carmen, aunque a veces los períodos oscuros a veces se nos hagan larguísimos e insoportables.
Un abrazo muy largo ( y un café, cuando quieras).
Mi querido Jorge, los míos no existen, son pura utopía. Lo mío es remangarme hasta los codos y seguir buscando la utopía de encontrar un trabajo pasados los cincuenta. En ello estoy hasta que la muerte pronuncie mi nombre en alto daré batalla.
Laura querida, no es que se hagan largos, es que lo son.
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