Gracias a todos por vuestra mirada.

viernes, 3 de julio de 2020

Salir volando

"Hay que abrir de par en par todas las ventanas
y tirar todo a la calle,
pero sobre todo hay que tirar también la ventana,
y nosotros con ella.
Es la muerte o salir volando."
( Julio Cortázar)

Me rindo una vez más. Y eso que no me rindo fácilmente. Me empeño en la labor con uñas y dientes, con las alas rotas y los huesos quebrados, como dice un poema de mi puño y letra. No me rindo fácilmente, pero cuando rendirse es la mejor opción para alcanzar la victoria, me rindo sumisa ante mí misma, ante mis limitaciones que tantas penas me ha costado asumir. Me rindo con una sonrisa en el rostro, no sé si de burla o aprobación. La cuestión es que una vez que te rindes, el alma vuela, le crecen alas, y sale volando por cualquier rendija por donde entre un poco de luz. Y no queda otra que decir adiós a todo lo que estorba de camino al cielo, a todo eso que un día creí posible, como una adolescente que cree que estar enamorada es necesariamente cosa de dos. Que no puede darse de otra manera. Que el amor es ciego, lo aprendí más tarde. Arrancar el corazón de cuajo y esperar a que crezca otro. Uno rojo, capaz de llenarse de sangre y volver a ver crecer los girasoles en el campo, ver trepar la hiedra hasta tu balcón, hasta enredarse en tu pelo, y en ese corazón recién estrenado. Rendirse, para poder empezar de nuevo, para quedarte tan solo con lo bueno, con lo esencial, con lo que un día te hizo vibrar, justo antes de pararse el corazón primero, primario, primigenio, primogénito. Rendirse a las amapolas muertas, a las margaritas que siempre dicen “no”, al azar que equivocó el día y la hora, a las olas que morían en la orilla del mar. Y volar como el pájaro que apenas si se atreve a salir de su jaula, y comprende al borde del abismo que solo le queda abrir las alas, cerrar los ojos y volar.

3 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Llega un momento en que no queda otra que rendirse y aceptar la derrota para poder remontar o renacer como crisálida. ¡Cómo te entiendo! ¡Cómo me duele que no fuera ficción!
Mi abrazo inmenso.

carmen jiménez dijo...

Que no te duela Paco. Todavía espero que mis alas te abracen algún día.
De momento vaya mi abrazo virtual como adelanto.

mariposa blanca dijo...

Escribes muy bien!

Me gusta tu página, por lo que la enlazo a mi blog.
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Un cordial saludo.
Maite Sánchez Romero
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