Gracias a todos por vuestra mirada.

viernes, 5 de febrero de 2021

Orgasmos sincronizados

 No están los tiempos para mucho erotismo, y quizá por ello, haya venido a mi memoria este poema.


Algunas noches, cuando el deseo

cruza el umbral que separa

la tierra de los cielos,

viene a la memoria de mis manos

el ritmo al que se movían tus caderas

con todos los sueños

galopando hacia el abismo.

Mis labios vuelven a ser entonces

los labios de una geisha,

entrenada para amar

sin condiciones ni contratos.

En el silencio de la noche

puedo oler el aroma de tu sexo

mientras mi boca se inunda de saliva

y el delirio de mis besos

recorre la distancia que separa

tu boca de mi boca.

El sonido de tus pasos llega desde lejos,

te cuelas a deshoras en mi cama,

y tus dedos de barro se hunden

en el fondo de mi vientre.

Moldeas a tu antojo las curvas de mi cuerpo

estrujas mis pechos, los aplastas

y vuelves a escupirlos.

Desgarro tu nombre entre gemidos,

y en ese relámpago de eternidad

donde el mundo se detiene,

invoco tus suspiros

para sincronizar nuestros orgasmos

mientras el placer me atraviesa

de lado a lado el corazón.

 


2 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Más allá del placer físico y efímero está el placer de los sentimientos: el primero es un instinto natural, el segundo una dedicación prolongada, la ternura hecha mimo. Enhorabuena por este poema.
Un abrazo.

carmen jiménez dijo...

Así es Paco. El placer tiene muchas formas y muchas edades y etapas diferentes. Es cuando todas se dan al unísono, cuando el placer se hace amor o el amor placer. Simbiosis. Es un placer contar contigo. Gracias por tu mirada. Un abrazo.