Gracias a todos por vuestra mirada.

domingo, 7 de febrero de 2021

San Valentín en tiempos de pandemia

                                                   El beso de Gustav Klimt

Debería existir el día del erotismo,

como existe el día de San Valentín,

o tal vez sean la misma cosa

con nombres diferentes. 

Corren malos tiempos para los amantes,

y sin embargo, rompo una lanza

a favor de todos los hombres y todas las mujeres

que dejan hueco al erotismo,

incluso en tiempos de pandemia.

Aquellos que no olvidan enviar un beso

cuando la distancia hace imposible

que se junten sus bocas.

Una lanza a favor de los que resisten

los envites de la vida,

y aun así, guardan una sonrisa

para casos de emergencia

—que es como decir “desesperación”—.

A favor de todos aquellos amantes

que todavía esperan que ocurra

el milagro de la vida;

los que a pesar de los finales

y los principios abortados,

todavía mantienen encendida

la libido del deseo a lo que aún parece posible.

No importa que no lo sea,

que te llamen romántica ingenua,

 o algo peor.

Que te adviertan que nadie en su sano juicio

espera un comienzo con un final

escrito de antemano.

Aquellos que celebran el erotismo

como parte indisoluble de su ser,

los que no renuncian al momento

en el que su piel, vuelva a resurgir

de entre las llamas del amor

mientras aún respiran.

2 comentarios:

Francisco Espada dijo...

No hay un momento para el amor, Carmen, el amor es el momento y también el todo. Es la energía que mueve el mundo y también la que perpetúa lo efímero en eternidad. Que te habite ese amor que para ti deseo mucho más allá de la efemérides; en la intensidad del erotismo y también en el compartir el pan y los pesares.
Un fuerte abrazo.

José Luis Asensi dijo...

El erotismo, la pasión, el deseo y sobre todo el amor, por malos tiempos que corran siempre habrá un lugar para ellos.
Romántico y muy bonito lo que has escrito.
Un saludo.